Ver a varias personas alrededor de un parquímetros, discutiendo, tratando de leer las instrucciones y sabiendo quién es el primero que acierta, no es raro desde hace unos días en Orihuela, cuando han entrado en funcionamiento los nuevos equipos instalados por la concesionaria, Setex, que ha abierto unas oficinas en la calle Reyes Católicos para resolver cualquier duda y gestionar este servicio. El problema es que los vecinos han pasado de un sistema bastante rudimentario y al mismo tiempo fácil: pocos botones y problemas; a uno que da muchas posibilidades porque incluye un teclado capacitivo que, de entrada, se ha convertido en un quebradero de cabeza.
De un modo progresivo, los parquímetros que han conocido los oriolanos serán retirados de la vía pública y, entonces, habrá que enfrentarse a estas máquinas, dotadas con paneles solares, pantallas TFT a todo color, con la posibilidad de insertar tarjetas o, si se prefiere, utilizar el medio de pago «contactless». El Ayuntamiento está distribuyendo unos dípticos con una información muy reducida en la que se explica cómo se obtiene el tique, algo que no es nada fácil porque en un primer momento hay que introducir la matrícula y, a continuación el importe que se desea a través de monedas u otros sistemas de pago con tarjetas, para lo cual hay que seleccionar previamente una tecla de servicio.
