Seis ayuntamientos de la Vega Baja: Callosa de Segura, Albatera, Catral, Cox, Granja de Rocamora y San Isidro firmaron ayer un convenio de colaboración en actividades de investigación y asesoramiento científico-técnico con la Universidad de Alicante (UA) que tiene que determinar la viabilidad de una plataforma logística en la comarca. Un viejo sueño que lideró el exalcalde de San Isidro, Fernando Morales, y al que ayer se invitó al resto de municipios a sumarse en un acto en el Hotel Tudemir y al que acudió prácticamente la mayoría de regidores, empresarios -caso de Asemvega-, la Cámara de Comercio de Orihuela o sindicatos, como Comisiones Obreras y partidos como Ciudadanos. Los 50.000 euros más IVA que cuesta dicho informe van a ser sufragados sólo por estos seis municipios y ayer el mensaje de alcaldes como el callosino Fran Maciá era el de sumar al resto y no el de dividir, el ver una oportunidad de riqueza y empleo para todos porque nadie sabe exactamente a día de hoy cuál será en un futuro el municipio más beneficiado para el caso de salir adelante porque no está decidida ni la ubicación.

El proyecto nace de la declaración hace casi cinco años por la Comisión Europea del Corredor Mediterráneo como «prioritario» en el marco de las Redes Transeuropeas de Transporte. Por allí por donde pase se crean oportunidades de negocio y la Unión Europea financiará aquellos proyectos que cumplan dos requisitos fundamentales que demuestren esa viabilidad: por una parte la económica (deberá ser rentable entre costes de inversión, de mantenimiento y de explotación durante su vida útil) y, por la otra, la ambiental, que sea sostenible.

Colocar frutas y verduras de la Vega Baja en 24 horas en el corazón de Europa y construir un gran clúster alimentario son dos de las ideas primordiales que dan que pensar que es factible el proyecto, pero eso es lo que va a determinar la UA con su informe, tal y como explicó el profesor Armando Ortuño, recordando que la Vega es una comarca de oportunidades cruzada por infraestructuras de primer orden.

Orihuela

El hecho de que los grandes ayuntamientos, caso de Orihuela, no lideren este proyecto -tampoco Torrevieja-, cuando por lógicas razones podrían ser los más beneficiados, es algo que no se entiende. A pesar de ello, el alcalde oriolano, Emilio Bascuñana, quien ejerció como anfitrión de más de medio centenar de invitados, decía lo siguiente: «Los municipios debemos trabajar de manera organizada y conjunta para elaborar un Plan Estratégico Comarcal que defina nuestros objetivos comunes. Orihuela siempre apostará por aquellos proyectos que contribuyan al desarrollo de la Vega Baja, como la ZAL, ya que nos beneficia a todos, y sobre todo al tejido productivo de nuestras poblaciones».

A pesar de ello, Orihuela no se encuentra entre los ayuntamientos firmantes, lista que ha crecido con Albatera desde que se proyectara una ZAL (Zona de Actividad Logística) -también denominada «puerto seco»- que tuvo su germen en el respaldo de la Diputación al mismo hace seis años. En cualquier caso, la directora territorial de la Conselleria de Obras Públicas y Vertebración, Gracia Enguix, quien asistió al acto aseguró que la Generalitat apoyaba el proyecto; de hecho la Vega Baja fue incluida entre las zonas donde puede haber una Plataforma Logística por Infraestructuras.

Cuatro meses

Tras la firma de ayer hay cuatro meses para la elaboración del documento técnico que incluirá desde los riesgos de inundación hasta la integración paisajística, pasando por las posibilidades de crecimiento o el efecto barrera que se pueda formar. También hará falta un estudio de mercado sobre la demanda y las características del tejido empresarial, el área de influencia o el volumen de mercancías. Antes de noviembre el documento, si es favorable, con el respaldo de la Generalitat y del Gobierno, tiene que elevarse a la Unión Europea para intentar una subvención que lo ponga en marcha. Quizá entonces se quiera sumar el resto; ayer ya se les dijo que para Bruselas es cuestión fundamental el compromiso social.