El centenario claustro del Colegio Jesús María-San Agustín de Orihuela se ha transformado durante la última semana en una ciudad medieval amurallada para recrear representaciones de los oficios de la época, danzas del medievo, el Cantar del Mío Cid o la leyenda de la Mocadorà. El objetivo ha sido implantar una de los metodologías educativas que, según la directiva, está teniendo un gran éxito en otros centros y se basa en «aprender por proyectos».

Los participantes han sido los alumnos de Infantil y Secundaria y se han implicado prácticamente la totalidad de las materias. En Informática, Tecnología y Plástica prepararon un taller de impresión en 3D y otro de robótica con dragones; en Lengua se abordó el Cantar del Mío Cid y un teatro de títeres con el descubrimiento de América; en Música escenificaron una danza medieval y en Historia un taller de los oficios de la época... y así en casi todas. Desde el centro agradecieron la colaboración de los padres para decorar las clases y valoraron que ha sido muy positivo porque los alumnos «han estado muy motivados e implicados en el aprendizaje sintiéndose protagonistas al tener la responsabilidad de preparar actividades para el resto de compañeros de otros niveles».