Palmas y ramas de olivo volvieron ayer de buena mañana a la calle Caballero de Rodas en la procesión de Domingo de Ramos en Torrevieja, que es también la de Jesús Triunfante y San Juan Evangelista, porque ambas imágenes participan en el desfile. Como manda la alternancia de parroquias que es costumbre en la ciudad, los pasos salieron en esta ocasión de la puerta de la Arciprestal de La Inmaculada para finalizar su corto recorrido en la iglesia del Sagrado Corazón, en el barrio de La Punta. Allí confluyeron fieles y palmas blancas para la bendición y la celebración de la Eucaristía.

Es la de ayer una de las manifestaciones más populares de la Semana Santa de Torrevieja, donde los torrevejenses se gustan estrenando trajes y vestidos como manda la costumbre que mantuvo esta procesión durante los años que no se celebraba ninguna otra. Ya se sabe, «el que no estrena, no tiene manos». Y esta procesión, familiar donde las haya, que deja fotografías para los álbumes del recuerdo donde los niños son los protagonistas, lleva muy a gala lo del estreno, toman la calle los vecinos con sus palmas. San Juan Evangelista, la cofradía que antes recuperó la tradición de sacar las procesiones a la calle, cuenta con un trono que porta el evangelio de San Juan y que es llevado a hombros por niños, y que solo participa en Domingo Ramos, pese a que este elemento no aparece reflejado en el programa de la Semana Santa de 2016.

Por la tarde tuvo lugar la procesión de «Las Mantillas» con la participación de la Cofradía de Nuestra Señora de la Esperanza y de la Paz, acompañada por la Sociedad Musical Ciudad de Torrevieja «Los Salerosos». La junta mayor de Cofradías explica el origen de esta procesión en el traslado del trono y la imagen de la Virgen, de inspiración andaluza, uno de los más espectaculares de la Semana Santa torrevejense, hasta la iglesia de la Inmaculada para participar en las procesiones.