La «batalla» emprendida por miembros de la Protectora oriolana y animalistas contra el equipo de gobierno tras el tapiado de la Plaza de Toros de Orihuela -lo que según denuncian supone un encerramiento para la colonia de gatos que habita en su interior- volvió a vivir ayer un nuevo episodio tras denunciar el atropello de dos felinos en los alrededores del coso, algo que achacan a que sólo existe «un pequeño hueco en las ruinas por el cual pueden salir, pero es una zona pegada a la carretera y propensa a estos accidentes porque salen asustados y nerviosos por estar encerrados».

Tras este incidente, en el que trataron a uno que quedó herido de gravedad pero murió, hechos que ocurrieron el martes por la noche, la Protectora oriolana se puso de nuevo en contacto con la edil de Sanidad, Noelia Grao, sin éxito. Los vecinos ya abrieron varios huecos en el tapiado por el que los animales pudieran entrar y salir de la plaza, instalando incluso recipientes como comida y agua, aperturas que «fueron tapadas de nuevo el lunes, por lo que volvemos al principio», critican.

Ante esta situación, volvieron a hacer pública su denuncia y la petición de que «vuelvan a abrir huecos en puertas y ventanas para que los animales hagan su vida en paz». Para el colectivo, la excusa municipal para encerrar a los felinos, y que pasa por la instalación de jaulas en el interior de la plaza para capturarlos, castrarlos y devolverlos al lugar, con el fin de controlar la colonia, no es suficiente.

«Esas jaulas se pueden instalar igualmente con las ventanas y puertas abiertas o incluso en el exterior de la plaza. Nosotras lo hemos hecho, llevamos tiempo instalando en el aparcamiento jaulas con paté para atraerlos y castrarlos nosotros, por lo que no es justificable».

Centro

Hasta el momento, el Ayuntamiento no ha dado cuenta de cuántos gatos han sido capturados y trasladados a un centro veterinario para proceder a su castración, pues según confirmó la propia edil de Sanidad a este diario la semana pasada, ni tan siquiera se conoce el número aproximado de felinos que habitan en la Plaza de Toros.

El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) también visitó la pasada semana las instalaciones, para comprobar que la alimentación y el agua que el Ayuntamiento había instalado en el interior de la plaza respondía a las necesidades de los animales. La concejala responsable del área reiteró entonces que la medida era necesaria por «seguridad».