La junta de gobierno del Ayuntamiento de Orihuela aprobó el martes la remisión del informe favorable a la Declaración de Interés Comunitario del proyecto de construcción de un camping en la Zona de Especial Protección para Aves (Zepa) de Sierra Escalona, algo que el exedil de Urbanismo, Antonio Zapata (PSOE) matizó en marzo del 2015 que era en realidad una «granja escuela», cuando anunció la apertura del expediente informativo para esa declaración que, pese a que depende de la Conselleria, precisa de un informe previo municipal.

Así lo anunció ayer Cambiemos, ya que el equipo de gobierno no dio cuenta de este visto bueno en la rueda de prensa habitual relativa a la junta de gobierno que se celebra cada martes. Este posicionamiento a favor del proyecto se produjo el mismo día que el presidente de la Generalitat, el también socialista Ximo Puig, se comprometió durante su reunión de trabajo en Orihuela, a ejecutar su compromiso para la declaración de Sierra Escalona como Parque Natural, al cabo de diez años.

La edil de Cambiemos, Marta Guillén, manifestó ayer que lo que en realidad se trata no es de un camping o de una granja escuela es de un «auténtico complejo turístico», ya que el proyecto incluye «gimnasio, supermercado, zona comercial, la instalación de casas de madera, una piscina cubierta y hasta una peluquería», todo ello en una superficie de 22.000 metros cuadrados y «lo que es más grave, justo en el centro de una zona protegida, pues no se trata de que pilla una pequeña parte o esté cerca de esta, sino enmedio».

«Atentado ecológico»

Del proyecto ya hizo eco hace un año diferentes asociaciones ecologistas, como Amigos de Sierra Escalona. Cambiemos reiteró ayer que se trata de un «atentado ecológico». Esta construcción supondría «una alteración irreversible del paisaje», apuntó Guillén, quien puntualizó que «no estamos en contra de que se aprovechen los espacios naturales para el turismo, pues puede ser un revulsivo para la economía, pero respetando siempre la conservación del medio ambiente», algo que este proyecto no cumple, en opinión de la formación en la oposición. La propuesta urbanística incluía incluso el aprovechamiento del Pantano de La Pedrera, dejando la puerta abierta a paseos en barca y a otras actividades recreativas.

Pese a que la última palabra en cuanto a la Declaración de Bien de Interés Comunitario la tiene la Generalitat Valenciana, lo cierto es que esta vía verde del Ayuntamiento allana el terreno a un proyecto que no cuenta con la aprobación de ninguna organización ecologista de la ciudad y que ahora se topa también con el rechazo de parte de la oposición de la ciudad. El proyecto ya fue criticado el pasado mandato cuando el ecologista Monserrate Guillén estaba en el sillón de la Alcaldía.