Un pintor daba ayer los últimos retoques al renovado tejado de madera que corona la iglesia de las Santas Justa y Rufina, una de las principales iglesias oriolanas, que durante casi un mes ha estado de obras para proceder a una reparación de urgencia de cara a la Semana Santa de la techumbre de la espectacular torre, de estilo gótico tardío catalán, la única de estas características que existe en la Comunidad Valenciana. Treinta mil euros ha costado, que ahora se buscará cómo pagar, pero que amenazaba con venirse algún abajo por el fuerte viento y las carcomidas, desgastadas y rotas maderas que sólo anunciaban que ruina o un accidente. La Conselleria de Patrimonio autorizó los trabajos sin dilación y ayer mismo se dieron por acabados; de hecho, la retirada de las lonas muestra ya la esbelta torre en todo su esplendor.

Los trabajos han sido realizados por una empresa de carpintería sobre la campana que da las horas, por lo cual tuvo que ser desconectada a fin de evitar sustos y contratiempos en una labor delicada y difícil porque los operarios han tenido que subir o bajar, según los casos, los 198 escalones estrechos que coronan la torre con todo el material a cuestas. Los trabajos han servido, al mismo tiempo, para realizar otras pequeñas reparaciones, como eliminar algunas filtraciones a la espera de poder encontrar otra partida económica que permita cambiar el suelo. El tejado de madera que se ha reparado da a cuatro aguas y los trabajos han incluido la sustitución de los cuatro palos amigos, los más importantes.