Más de quinientos visitantes, en su mayoría estudiantes de secundaria, bachiller y formación profesional, se acercaron ayer la Expo Juventud 2016 que se prolonga hoy hasta mediodía. Torrevieja celebra así una feria enfocada al empleo y la formación que cumple su quinta edición. En realidad, las ofertas reales de empleo para los más jóvenes en este tipo de encuentros -y casi desde que comenzaron su andadura- son escasas. Entre los 45 mostradores se podían contar con los dedos de una mano y se centran en el empleo temporal que puede ofrecer cada verano el parque acuático, el de las Fuerzas Armadas -que desplegó su stand en el acceso principal sin problemas- y de forma muy indirecta el Hospital Universitario de Torrevieja-. Donde el despliegue sí que es realmente importante es en la oferta formativa. Todas las universidades, grandes y pequeñas de la provincia y la Región de Murcia, se dan codazos -nunca mejor dicho con las limitaciones de espacio- por atraer alumnos a su redil. La Politécnica de Cartagena, la Universidad de Murcia, Universidad de Alicante, Universidad Miguel Hernández y por supuesto los campus universitarios privados, con nuevos títulos de grado y formación especializada. Los IES Mediterráneo y Libertas aprovecharon la visibilidad también para hacer ver que incluso hay diferencias en la oferta de secundaria y formación profesional. A esta asistencia había que sumar los expositores de las academias privadas de inglés, cursos de posgrado e incluso formación en el ámbito turístico como monitores de turismo o tripulantes de cabina -azafatas-.

A las explicaciones -por ejemplo el mostrador del Libertas respondían sobre cómo enfrentarse a una entrevista de trabajo o cómo realizar el currículum estándar para buscar trabajo en la Unión Europea- se sumaba el material de mano con todo tipo de reclamos y envoltorio visual. La Universidad de Murcia, más directa, reparte, entre otros un folleto que informa de las notas de corte y plazas en todos sus grados.

Cambio de ubicación

El PP valoró «como un retroceso el cambio de ubicación» del Auditorio Internacional al Centro Cultural, más céntrico pero menos espacioso. Según Pizana, «esta edición tiene menos calidad y la gente estaba apiñada entre una mesa y otra de cada entidad. Apenas se podía pasar. Es un retroceso grande, y la ciudad no lo merece», dijo. Las primeras ediciones de esta feria también se celebraron en el Centro Cultural. Luego pasaron al vestíbulo del Auditorio, donde hay que asumir el pago del mantenimiento de dos mil euros diarios y la organización del transporte en autobús. El PP lamentó no haber sido invitado a la inauguración.