El Ayuntamiento de Cox, apoyado por la Generalitat Valenciana, está estudiando implantar el sistema de recogida de residuos conocido como» «puerta a puerta». Se trata de un modelo que fomenta el reciclaje ya que los contenedores tradicionales desaparecen y cada vivienda cuenta con un cubo particular en el que debe depositar sus desechos. La recogida de residuos se realizaría todos los días, pero en función del día de la semana se deben depositar distintos tipos de desechos, según si son orgánicos o reciclables.

Según explicaron ayer fuentes municipales, se trata de un método de recogida de basuras que ya se ha implantado en más de 100 municipios de España «con notables resultados ambientales y económicos». De hecho, está calificado como el modelo más sostenible por algunas organizaciones que trabajan en defensa del medio ambiente.

«El método de recogida puerta a puerta es un modelo de reciclaje que comienza en el origen de los residuos, es decir, en los propios los hogares. Consiste en sustituir los contenedores tradicionales, de uso colectivo, por nuevos contenedores de uso individual, un contendor por cada hogar. Estos contenedores se encontrarían en las calles más cercanas de donde se pudieran ubicar, en un poste o en cualquier otro mobiliario especializado para ello. Cada hogar contaría con su contenedor y correspondiente llave», explican desde el equipo de gobierno.

Así, la recogida de basuras se realizaría todos los días de la semana pero, dependiendo del día, se haría la deposición y recogida de un tipo de residuos concreto. «Con ello se pretende separar desde el origen, facilitando enormemente su posterior reciclaje y responsabilizar a los hogares de su producción de residuos, reduciéndolos gracias a esa responsabilidad y concienciación», se explicó ayer en un comunicado del consistorio.

«El objetivo es realizar un proyecto piloto en la localidad, pero para ello hay que concienciar previamente a la ciudadanía y realizar una consulta a los vecinos», concluyó el gobierno local en su escrito. Está previsto que el consistorio desarrolle próximamente una campaña de información entre los vecinos y que se les pregunte, directamente sobre si quieren adoptar este modelo que se presenta como uno de los más respetuosos con el medio ambiente pero que conlleva ciertas obligaciones.