Varios «manteros», con los que pudo hablar este periódico mientras desarrollaban su labor, afirmaron que «nos encantaría trabajar de otra cosa pero si consiguiéramos otro empleo nos embargarían el sueldo con las multas que arrastramos». Unas sanciones que consideran injustas, «porque simplemente estamos ofreciendo un servicio a los turistas gratuito, sin engañarles. Ellos saben a lo que vienen y les encanta», explicaron, mientras instaban a uno de estos clientes a que enumerara a este diario las tres excursiones de las que había disfrutado en los últimos tres días. «Nosotros lo que queremos es que lo legalicen, para que nuestros jefes nos puedan dar de alta en la seguridad social. A nosotros tampoco nos gusta estar así», apuntaron.

Agresiones en el gremio

Algunos «manteros» se han denunciado entre sí, ante la Policía Nacional, por agresiones. Una de estas captadoras mostró un atestado a INFORMACIÓN en la que denunciaba a una supuesta coordinadora de «manteros» por amenazarla y mandar a que alguien le agrediera. De hecho, adjuntaba un parte de lesiones. «Esto es una auténtica mafia. Hay que tener mucho cuidado», indicó.