Celia Mora, por parte de la Asociación Cultural Moros Beduinos -que pasan a ser Muladíes-, y Juan de Dios Rogel Payá, presidente de los actuales beduinos -que tendrán que buscar una identidad propia- y a la sazón Embajador Moro 2016 firmarán la paz con la aquiescencia del presidente de la Asociación, Antonio Manuel García Alcocer, en un documento de 17 puntos que está pendiente de pasar por la notaría y que extractamos a continuación. La Comparsa Moros Beduinos, tal y como se conocía hasta ahora, pasa a denominarse Comparsa Beduina.

Las dos partes se comprometen a ser una única comparsa que estará formada por filas. Unas, compuestas por los Muladíes; las otras, por los hasta ahora beduinos, tienen que fijar un nuevo nombre. Todos desfilarán bajo el mismo estandarte, con cuarteles separados en fiestas y con presupuestos separados.

Juan de Dios Rogel Payá ocupará el cargo tal y como estaba previsto.

De forma excepcional, la comparsa tendrá cuatro cargos este 2016. En años sucesivos, se turnarán de forma que en 2017 corresponderá a Muladíes nombrar abanderada mayor; mientras el otro grupo de la comparsa designará a la infantil. Cada año se turnarán hasta llegar a 2026, cuando los embajadores correspondan a Muladíes.

El dinero que tenía la comparsa y estaba retenido en una entidad bancaria hasta la resolución de las discrepancias se entregará por partes iguales a excepción de 2.000 euros que irán a la Asociación. Muladíes se queda una de las dos carpas grandes.

La Comparsa Beduina tendrá un representante de cada una de las dos filas. Uno será el presidente con voz y voto y el otro, a proposición del presidente de la Junta Central, vocal o asesor para poder observar las decisiones que se adopten en junta. La presidencia será alterna por años, aunque la votación de cualquier asunto tendrá que ser consensuado. Ahora mismo y hasta febrero de 2017, Juan de Dios Rogel es el presidente. A partir de esa fecha, corresponderá a un muladí.

En el Mercado Medieval del próximo mes de abril, la fila del Embajador tendrá sitio en el lugar que se le ha reservado para tal fin mientras que la otra se colocará allí donde se lo indique el Ayuntamiento.

El desfile de este año será el siguiente: Primero irán las filas muladíes y a continuación las filas y boatos que ostentan la Embajada 2016. En años venideros se alterará el orden de forma que en 2017 será al revés.

Por acuerdo de ambas filas, en esa jornada festiva tan especial estarán separados por el coche de la música y el de la bebida. Se intentará que sea un día de concordia.

Las ayudas que se reciben este año serán para la fila del embajador y a partir de 2017 se repartirán a partes iguales.

Se desestimarán cuantos pleitos están interpuestos por ambos bandas entre comparsas y entre festeros. Cualquier disputa futura se tendrá que presentar a la Junta Central para que decida sobre la misma. De hecho, el acuerdo llega al punto de no hacer más declaraciones públicas en Prensa relacionadas con el conflicto que se da por zanjado sin ser consensuadas.

Cada fila tendrá sus estandartes propios, así como sus colores en la vestimenta de media gala festera.