La Conselleria de Medio Ambiente de la Generalitat Valenciana ejecutará un proyecto de sellado en los dos vasos de vertido de residuos que el vertedero de Proambiente colmató en sus instalaciones emplazadas en suelo alicantino. El objetivo es evitar que la falta de impermeabilización de dichos vasos siga generando la aparición de ríos de lixiviados que se derraman por la Sierra ríos de lixiviados y que en los últimos meses se han seguido filtrando hasta llegar muy cerca de algunas casas de la pedanía oriolana de La Murada.
Responsables de la plataforma Vertivega, que ha luchado durante años contra la actividad de la citada planta de residuos, se desplazaron ayer hasta Valencia para mantener una reunión con el director general de Calidad Ambiental, Joan Piquer. Según el colectivo ecologista, éste les informó de que en breve comenzará a ejecutarse un plan de actuación en este entorno. El objetivo pasa por garantizar el cese de la filtración de ese líquido que procede de la descomposición de la basura e implementar medidas para tratar de mejorar el entorno, como por ejemplo la utilización de bacterias para actuar frente a la concentración de metales pesados detectados. Esa es una de las posibles actuaciones que ofrece la «bioremediación», que permite hacer frente a este problema con técnicas naturales que no dañarían un medio ambiente ya de por sí perjudicado.
Foco del problema
El Consell actuó hace meses en la zona retirando algunas de las charcas de lixiviados en diferentes puntos del campo de la Murada pero al parecer será precisa una intervención en el foco del problema, que son los vasos de vertido, para poder atajarlo. Así, se prevé la construcción de una balsa de lixiviados para acumular el líquido contaminante y derivarlo después hasta una estación depuradora.
La actuación de la Generalitat llega después de que la Región de Murcia lleve varios meses trabajando en la parte del vertedero ubicada en su territorio, lo que llevó a los ecologistas a pedir al Consell su intervención ya que el problema afecta a ambas comunidades. Recientemente la empresa responsable de Proambiente se ha declarado en concurso de acreedores y ha alegado insolvencia para hacer frente a las deudas, que rondan los ocho millones de euros. Su situación económica se agravó desde que Murcia le revocó en octubre la autorización para la explotación del vaso 3, tras comprobar los continuos retrasos en el proyecto para restaurar la zona ya explotada del vertedero de Abanilla.
