El nuevo código penal ya no considera delito, ni tan siquiera leve, el insulto entre particulares. Solo se recogen como sancionables desde el punto de vista administrativo en la ley de Seguridad Ciudadana y también, en el caso de que se juzguen cuando se produzcan en el ámbito familiar.

Ayer sin embargo, los insultos estuvieron muy presentes durante la vista, aunque el juez pidió que no se tuvieran en consideración. En especial, cuando aceptó la reproducción de la grabación aportada por la edil Pilar Gómez Magán de la ya famosa reunión de la junta directiva de Ciudadanos. Se escucha claramente a Soler, en varias ocasiones llamando «bruja» y «aprovechada» que «quiere sacar rédito a todo» a Gómez, sobre todo cuando ésta menciona a su hermano -«no me toques a mi hermano», reitera en ese audio hasta en siete ocasiones- sobre el concejal Domingo Soler Torregrosa, en las filas del partido APTCe y que forma parte del equipo de gobierno pentapartito. Soler también ironiza, según recoge uno de los pasajes, marcado por las salidas de tono, sobre el origen manchego de Gómez. En concreto le recuerda que llegó hace tres años a Torrevieja desde la ciudad de Almansa -repite el nombre de la ciudad dos veces-. Sí se produce un momento muy tenso, que parece corresponderse a un forcejeo, con intervención de varias voces a gritos, donde Soler exclama que no la «toquen» y que «no le peguen». También se oye en el archivo de cinco minutos cómo alguien asegura que va a llamar a la Policía. La letrada de Soler intentó validar que la secuencia estaba preparada de antemano por Pilar Gómez y sus afines en la junta directiva del partido. Habló de «montaje» y de hecho recordó que en el audio no se escuchan las palabras «puta» y «zorra» que la denuncia de Gómez recoge que Soler le dedicó.

Por otra parte, Gómez indicó en sus palabras finales en la vista que se sentía objeto de una persecución y que no había «tocado» a Soler, además de que ha sufrido «escarnio público» por esta denuncia. En ese última intervención, por su parte, Soler aseguró que teme por su integridad física.