La Fiscalía solicitó ayer la absolución de la concejala y portavoz de Ciudadanos en Torrevieja, Pilar Gómez, denunciada por una supuesta agresión por la ya exmilitante Rosario Soler, tras el juicio rápido celebrado ayer en la sala del Juzgado de Instrucción 5 de Torrevieja. Además, el Ministerio Público pide la condena por amenazas de Soler a Gómez con una multa de diez euros por 45 días. El letrado de la concejal se adhirió inmediatamente a esa calificación, mientras que la abogada de Soler reclamó una orden de alejamiento de 200 metros e incomunicación de Gómez Magán y una multa de diez euros por 60 días. El juicio quedó visto para sentencia. El fallo se conocerá en unos diez días.

Pilar Gómez y Rosario Soler se habían cruzado denuncias en el Cuartel de la Guardia Civil el lunes 29 de febrero por la noche tras una tensa reunión de la junta directiva del partido esa tarde. Soler denunció a Gómez por agresión y amenazas; y Gómez, por su parte, a Soler por amenazas.

En el juicio, Rosario Soler, quien era vocal de una junta directiva que ha quedado suspendida por el partido tras estos incidentes, ha desvelado que ha pedido la baja. La dirección de Ciudadanos, además de invalidar el órgano ejecutivo y anunciar la puesta en marcha de una gestora, ha abierto un expediente informativo por los hechos denunciados.

La fiscal, tras la declaración de los testigos -Gabriel Ferrer y Norberto Gilardo, propuestos por la edil; Pilar Rodríguez, por parte de Soler; y Fernando Cortés, por ambas partes, todos de la junta directiva extinta- indicó que no ha quedado acreditado que la agresión formalizada en un parte de lesiones estuviese provocada por Gómez Magán y sí que Soler, cuando ya se marchaba de la sede en la que había ocurrido el episodio, supuestamente amenazara a la edil. Algo que corroboró Cortés. En concreto, el gesto fue levantar el puño en señal de amenaza.

Nerviosa y sollozando

Muy nerviosa y sollozando hasta el punto de no poder articular palabra en algunos momentos Soler explicó que la supuesta agresión se produjo al llegar a la reunión, sobre las ocho y cuarto de la tarde. Allí ya se encontraban Gómez, Ferrer y Gilardo. Pidió que no se realizaba porque no había quórum y faltaba la edil Parra, solicitó las cuentas del partido y cuando, momentos después, intentó parar la grabación del audio de la reunión y su móvil, llaves y gafas acabaron por los suelos y fue agarrada por el cuello por Gómez Magán y acorralada en un rincón por Ferrer y Gilardo. El parte de lesiones cita el término médico para la presencia de los arañazos. Los testigos de Gómez, negaron esta versión, e indicaron que se produjo una acalorada discusión que no habría llegado a las manos al preguntar Soler por las cuentas del partido. De hecho, Gilardo y Ferrer lo que hicieron, declararon, fue que interponerse para «Soler no agrediera a Pilar Gómez».

Pese a que la abogada de Soler protestó para que no se tomara en consideración la aportación de la grabación, dado que no se adjuntó a la denuncia inicial, el juez la aceptó y fue determinante para la calificación fiscal. Lo que no aceptó la prueba pericial presentada por el letrado de la concejal realizada por un médico forense, que iba a testificar en la vista, que supuestamente demostraba que las lesiones reflejadas en el parte no pudo infringirlas su representada Pilar Gómez. Soler aseguró que contaba con fotografías de las lesiones, y la ropa y las gafas rotas pero que no las iba a aportar porque eran personales. Una intervención que descolocó a juez, fiscal y abogado de la edil que se preguntaron en ese momento por qué no las había aportado en la denuncia.

Al iniciarse la vista el titular del juzgado de Instrucción 5 solicitó -y casi rogó- a las dos protagonistas que llegaran a «un entendimiento» que evitara la celebración del juicio rápido, hasta el punto de recordar que en caso de fallo condenatorio podrían cargar con antecedentes penales. Algo en lo que insistió durante varios minutos ante el silencio de las acusadas y sus letrados. Los abogados de ambas partes finalmente se retiraron durante unos minutos con sus clientes pero no hubo acuerdo. El letrado de la edil Pilar Gómez fue el que sugirió que era Soler quien no deseaba un acuerdo que hubiera evitado el juicio por amenazas.