Era la primera visita al Juzgado Privativo de Aguas de Orihuela y el presidente de la Diputación volvió a hablar del Ebro y de una política global de trasvases como «como la única vía posible frente a la falta de agua, que es el principal problema de nuestra tierra (...). Mientras en la provincia estamos sufriendo las consecuencias de la sequía en otros lugares se está tirando agua al mar» e insistió en la necesidad de que, a nivel nacional, se ponga en marcha una política global de trasvases que permita «llevar el agua de donde sobra a donde falta, con equidad, equilibrio y justiprecio».

En este sentido, el presidente reivindicó tanto el trasvase del Tajo-Segura como el del Ebro y manifestó que con la derogación del Plan Hidrológico Nacional, en 2003, se produjo «un drama histórico del que hoy somos prisioneros y que está teniendo unas consecuencias muy negativas para todo el levante español y, más concretamente, para la Vega Baja».

Talante

En un comunicado, la Diputación explica que en la reunión César Sánchez reconoció el talante y la solidaridad histórica de los agricultores de regadío tradicional respecto a los regantes del Tajo-Segura, cediéndoles agua cuando la han necesitado, una situación que, entiende, no obstante, genere conflicto en un momento como el actual de extrema sequía. En este sentido, apeló a la necesidad de diálogo y unión entre todos los regantes de la Vega Baja, independientemente de donde obtengan el agua, para conseguir de manera conjunta una solución hídrica permanente que satisfaga a todas las partes.