La Comparsa Moros Beduinos y la Asociación Cultural Moros Beduinos llegaron a un principio de acuerdo el miércoles por la noche que pondrá fin a una larga disputa de siete años, pelea festera que había puesto en jaque el futuro de la Reconquista, en Orihuela. La paz tendrá que firmarse ante un notario, probablemente la semana próxima, enterrando con ello una batalla que ha supuesto un enorme quebradero de cabeza para el presidente de la asociación, Antonio Manuel García Alcocer, quien por dos ocasiones sometió a referéndum y perdió una solución salomónica: ampliar el número de comparsas para dar cabida a los dos bandos de beduinos. Por una parte, a los que ellos reconocían y siempre habían defendido a la (comparsa) y a los que no (a la Asociación Cultural), cuando estos últimos eran los que, sentencia en mano, tenían la razón.

Después del último referéndum, en febrero, la Asociación Cultural advirtió que haría valer sus derechos en los tribunales y, como les había reconocido como los auténticos Moros Beduinos, querían llevar la Embajada que les correspondía, además, este año. Eso era difícil de asumir por una asociación que no les reconoce ni les dejaba integrarse, lo cual dio paso a dos semanas de negociaciones donde el corazón ha dejado paso a la razón. El diario constató ayer el acuerdo por ambos bandos que desfilarán unidos el próximo mes de julio. Lo que ocurra a continuación será una cuestión aún por resolver pero, de momento, se cierra una herida. El presidente de Moros y Cristianos aún tiene por resolver otro tema más peliagudo, como es la subvención del pasado año que siguen sin cobrar por haber presentado facturas conformes pero fuera de plazo después de que el Ayuntamiento ampliara hasta tres veces el plazo para el cobro de la ayuda de 2015.