La junta de gobierno del Ayuntamiento de Orihuela aprobó hace siete días un protocolo de gestión de facturas para intentar ajustarse a las exigencias del ministro Montoro que estuvo un mes pendiente de un informe favorable después de que el interventor lo echara atrás. Curiosamente la firma autorizándolo no es la suya, sino la de su sustituto pues Urruticoechea lleva un mes de baja laboral. Lo curioso del caso es que el Ayuntamiento ya contaba con un protocolo de gestión de cobros, impuesto por el propio Urruticoechea. Nadie duda que el nuevo sistema, que fija periodos máximos de gestión de facturas por departamentos, es tan sencillo de entender como el hecho de cuál es su objetivo: en qué departamento se paraliza el proceso. M. A.