El alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana (PP) y la concejal de Sanidad, Noelia Grao, reivindicaron ayer a la Conselleria, una vez más, la adjudicación del centro de Salud del Rabaloche, que salió a licitación en abril de 2015 y para el que, desde entonces, el gobierno valenciano ha dado varias fechas para su adjudicación que se han ido incumpliendo sistemáticamente. Sin embargo, las críticas del primer edil a la Conselleria de Sanidad fueron más allá, denunciando que «se nos ha negado por escrito varias reuniones en Valencia, ya no solo para abordar este tema sino para poner sobre la mesa las necesidades de los oriolanos en materia sanitaria».

La pasividad del Consell, denunció, llega al punto de que «ni siquiera nos han querido facilitar el número de pacientes que son atendidos por cada uno de los centros de salud de la ciudad y, si queremos ver y exigir la atención que nos merecemos, debemos tener estos datos para saber dónde hay que mejorar o dónde falta más personal», señaló Bascuñana. «En un escrito nos dicen que no nos dan esa información porque no especificamos para qué la queremos, pero es una información que creo que Orihuela debe conocer».

El resto de propuestas en esta materia, «y para la que se nos ha remitido a un subdirector de Infraestructuras, ni siquiera con un director general, y sin fecha de reunión», pasan por «más personal para el hospital, que es uno de los hospitales al que más recursos hay que destinar para que los servicios sean equiparables al resto de centros. Hay que ampliar servicios, tras la ampliación de Urgencias y Rehabilitación se está a la espera de dotar ambas áreas de más personal y se necesitan mejoras en la unidad quirúrgica, la UCI, Oncología y Consultas Externas».

En este último punto, el edil pidió, incluso, «que se contemple la futura construcción de un edificio anexo, como se hizo en el Hospital General de Elche», aunque la solución pasa por «elaborar un plan director que aborde todas esas necesidades».

Costa

En cuanto a los servicios sanitarios en la Costa, Bascuñana apuntó a la «necesidad de un segundo consultorio, sobre todo en verano, cuando aumenta la población significativamente» y los servicios actuales no son capaces de asumir este incremento.

En cuanto al Centro de Emergencias de la Costa, anunciado en 2010 por el entonces gobierno del PP, y que estaba previsto que se inaugurase en 2012 pero del que tan solo queda un esqueleto de hormigón al quebrar la empresa adjudicataria.

Emilio Bascuñana pidió que se retomen ahora las obras, pues «el dinero, si no se lo han gastado, está». Lo que no aclaró es si este gasto lo acusaba al anterior Consell del PP, que gobernó hasta junio de 2015 o echaba la culpa a la gestión del gobierno actual. Sea como fuere, el regidor oriolano apuntó a que «es una necesidad primordial para la Costa contar con estas instalaciones, teniendo en cuenta la mala comunicación» que imposibilita, aún más, la prestación de estos servicios.

Otra de las reivindicaciones que lanzó ayer el primer edil al Consell pasó por la mediación de este en la apertura de la carreteera CV-930, la circunvalación de la ciudad, cerrada al tráfico por las obras del AVE, que ya han concluido. «Pensábamos -dijo con sorna- que con la visita de Zapata (exedil de Urbanismo del PSOE) para reunirse con el director general de Carreteras se iba a desbloquear ese asunto, aunque fuera para atribuirse el mérito de la gestión». Bascuñana avanzó que en los próximos días mantendrá una reunión con Adif para tratar este y otros asuntos en relación con el AVE.