Rojales acogió ayer la primera Fiesta de la Bici, en la que participaron unas 230 personas, según confirmaron ayer a este diario fuentes municipales. El mal tiempo ocasionó algunas bajas, pues había más de 260 inscritos, pero finalmente la cita pudo salir adelante. Así, los participantes hicieron gala de su buen sentido del humor para amenizar la jornada con divertidos disfraces y decorando sus bicicletas como si fueran coches de competición.

No en vano, la bicicleta más original, la mejor decorada, el que llevase el mejor disfrutar, e incluso el vehículo más antiguo, tuvieron premio, por lo que el esmero de los participantes dejó divertidas estampas por todo el recorrido. La marcha comenzó en el Malecón del Soto de la localidad, y llegó hasta heredades por la mota del río, la pedanía que pertenece al término municipal del municipio y también a Almoradí. El recorrido de vuelta incluyó un paseo por el núcleo urbano de Rojales, por lo que los vecinos pudieron disfrutar de un mini desfile a dos ruedas.

La prueba contó también con numerosos sorteos y regalos, como cenas para dos personas en restaurantes de la localidad, dos bicicletas, una para los mayores y otra para los niños, o cascos y equipaciones para la bicicleta.

Lo que no pudo instalarse fueron los hinchables preparados para los más pequeños en el malecón, debido a las fuertes rachas de viento registradas durante la mañana de ayer.