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Orihuela baraja implantar medidas para la custodia del territorio para combatir al picudo

La Concejalía de Medio Ambiente busca acciones para frenar la expansión de la plaga, mientras Infraestructuras está talando las palmeras muertas

Un palmerero, talando por trozos una palmera en la Glorieta. TONY SEVILLA

El Ayuntamiento de Orihuela ha comenzado esta semana a talar las palmeras muertas por la plaga del picudo rojo que desde hacía meses entristecían la ciudad. La brigada de Infraestructuras, con el apoyo de un palmerero que ha sido contratado para esta actividad, está actuando en zonas verdes tan céntricas como la GlorietaGlorieta, la Plaza de Santa Lucía (junto a los juzgados) o la Plaza Nueva, lo que dice bien de hasta dónde ha llegado la expansión de este voraz escarabajo, responsable de una de las grandes plagas que atemoriza a los palmerales de la provincia y de Murcia; de hecho, la semana pasada los ayuntamientos de Elche y Abanilla, con miles de ejemplares (en el caso del ilicitano, está declarado Patrimonio de la HumanidadPatrimonio de la Humanidad), han mantenido la primera de una serie de reuniones, de la que quieren hacer partícipes a Orihuela y Albatera para intentar poner freno y cortapisas al insectoinsecto. El edil de Infraestructuras, Paco Sáez Sironi, aseguró esta semana que los trabajos dejarán un rastro porque quedará la base del tronco por lo difícil que es retirarlos completamente junto a las raíces, y que la operación se prolongará durante días porque hay ejemplares de varios metros de altura.

Y mientras que el Ayuntamiento se deshace de los ejemplares muertos, el concejal de Medio Ambiente de Orihuela, Miguel Ángel Fernández, asegura estar buscando fórmulas para frenar este avance y encontrar solución a un problema complejo: el Ayuntamiento puede gastarse miles de euros cada año en tratamientos para fumigar y evitar la propagación del escarabajo, ¿pero qué pasa con las fincas privadas en las cuales no existen garantías de que se estén realizando estas costosísimas tareas?. Ante esta situación, el edil se está planteando poner en marcha un proyecto de custodia del territorio que permitiría al municipio actuar allí donde fuese necesario, algo que pasa en lugares de tanta importancia medioambiental como el propio Palmeral de Orihuela, donde las fincas públicas comparten espacios con las privadas. Esta figura permite llevar a cabo una estrategia que implica a los propietarios y usuarios del territorio en la conservación y el buen uso de los valores y los recursos naturales, culturales y paisajísticos a través de acuerdos y mecanismos de colaboración.

Mientras tanto, el Ayuntamiento ha comenzado a mantener reuniones con la Generalitat a fin de avanzar en este proyecto, además de considerar que, tarde o temprano, será necesario solicitar fondos a la Unión Europea para este fin. «La empresa pública Tracsa -asegura el concejal- ha realizado recientemente una prospección de cómo se encuentran las palmeras de Orihuela, pero no se puede bajar la guardia y para eso necesitamos más ayudas» explicó. El concejal considera que no se puede consentir que se considere al final a esta plaga como endémica porque, entonces, la UE no aportará ayudas para luchar contra algo que, se asume, no se podría eliminar.

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