La entrada en vigor de un decreto del Consell que limita en cuatro meses consecutivos al año la permanencia de las atracciones de feria en un mismo lugar ha sentado como un jarro de agua fría a los feriantes de Torrevieja. Se trata de la única población de la Vega Baja que mantiene una oferta de ocio de estas características durante todo el año y ahora el consistorio tiene que buscar alguna fórmula legal que permita la continuidad de la actividad. Así, se está barajando la opción de declarar a la feria de interés general o hacerla parque de atracciones. La medida afecta a 20 familias que desde hace años viven de ese negocio.
Fue el concejal de Vía Pública, Javier Manzanares, quien ayer reunió a los feriantes para darles la mala noticia e informarles de las consecuencias del Decreto 143/2015, de 11 de septiembre, del Consell, que es un desarrollo de la Ley 14/2010 de Espectáculos Públicos, Actividades Recreativas y Establecimientos Públicos. El mismo decreto establece que se pueden ampliar los cuatro meses de la estancia de los feriantes en el mismo lugar, a dos meses más mediante resolución motivada, pero eso no sirve como solución para el caso del municipio.
Manzanares valoró que Torrevieja tiene una situación muy particular ya que es de los pocos municipios que cuentan con una feria permanente. Está ubicada junto al puerto y cada fin de semana, especialmente en verano, recibe cientos de visitantes.
«La solución que hemos encontrado en La Mata -donde hay tres atracciones- ha sido habilitar dos espacios donde las atracciones pueden instalarse de modo alternativo para que las familias pueden rotar, al mismo tiempo que se descongestionará la Plaza Encarnación Puchol, cuestión que recibió quejas por parte de los vecinos por la aglomeración de personas que generaban las atracciones en verano».
Emplazamiento atractivo
Pero solucionar la problemática con la que se encuentran los feriantes instalados en Torrevieja es más compleja. «Debemos estudiarla ya que ante la imposibilidad de situarlos en otro emplazamiento que resulte tan atractivo como el actual, debemos ver si es viable cambiar el concepto de instalaciones eventuales, portátiles o desmontables, que es como ahora mismo están reguladas, y convertir su actividad en otro concepto como un parque temático o declararlos de interés general», apuntó el concejal.
Con la aplicación del nuevo decreto, además de la limitación del uso del mismo espacio a 4 meses, los feriantes deben obtener una licencia de apertura cada vez que cambien el emplazamiento, con los costes que esto supone. Manzanares mostró ayer su «total apoyo al sector y a las familias que durante años han ofrecido diversión a través de sus atracciones y han hecho de esta feria una referencia en la zona» y dijo que trabajarán para encontrar soluciones.
