La comunidad educativa de Rojales está de enhorabuena. Tras muchos años de espera, la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte anunció ayer que se ha formalizado el contrato de adecuación y ampliación del Colegio de Educación Infantil y Primaria Príncipe de España de Rojales, un centro que cuenta con casi tres décadas de antigüedad y cuyas deficiencias han motivado numerosos actos reivindicativos por parte de los rojaleros. Si todo marcha conforme a lo previsto, las obras empezarán antes del verano.
La construcción del ansiado centro educativo ha sido finalmente adjudicada a la empresa Ecisa, Compañía General de Construcciones, SA, por un importe de 2.785.000 euros más IVA, sobre un presupuesto de licitación inicial de 4.039.672,55 euros.
Las actuaciones consisten en la adecuación y la ampliación de 18 aulas de Educación Primaria y un comedor que tendrá capacidad para 300 alumnos en dos turnos.
Se trata de una de las obras previstas dentro del Mapa de Infraestructuras Escolares elaborado por la Generalitat para el primer semestre de 2016 y que «permitirán acabar con los módulos provisionales de este centro, que estaba alojado parcialmente en barracones», destacaron ayer fuentes de la Conselleria.
Desde la Generalitat apuntaron que «la ejecución de las obras empezará en breve, una vez la empresa adjudicataria haya terminado los trámites que marca la legislación vigente en materia laboral y de prevención».
El regidor de la localidad, Antonio Pérez, destacó ayer que se trata de una importante noticia para el municipio tras demasiados años de espera en los que el profesorado, las madres y padres de los alumnos, los escolares y los sectores sociales del municipio han protestado innumerables veces para que se escucharan sus demandas. El mismo explicó que ahora se tendrá que realizar el proyecto de dirección de obra y el proyecto de seguridad.
El nuevo centro escolar se construirá en la misma ubicación que el hasta ahora existente. La idea es aprovechar la gran explanada que existe en la parte central del colegio para levantar el edificio y que los menores puedan seguir asistiendo a las clases con normalidad.
