La empresa adjudicataria del derribo de los tres inmuebles situados junto al Ayuntamiento, en la calle Maldonado, comenzaron ayer las obras. Un equipo especializado inició la retirada de todo el material de amianto de las dos viviendas de planta baja y del edificio de dos alturas cuyo derribo permitirá más adelante construir la ampliación de la Casa Consistorial. La previsión del área de Obras y Servicios es que la piqueta comience a derribar los muros durante el próximo fin de semana.

El municipio podría estrenar nuevas dependencias a final de este año, con una previsión optimista si no se producen complicaciones técnicas, la empresa que se ha hecho con el contrato lo aborda al precio fijado y la maquinaria administrativa municipal logra sacar adelante además los contratos necesarios para adecuar las dependencias a los departamentos que se vayan reubicar en esta zona. La demolición adjudicada a OHL cuesta 50.000 euros. La contratación de un arquitecto técnico y la del arquitecto Javier García Solera para supervisar las obras otros unos 32.000 euros. La oferta de la empresa Iniciativas para la Construcción y Obra Civil (INCOC S.L) fue la mejor valorada para adjudicarse la ampliación del edificio del Ayuntamiento con una propuesto de 312.211 euros -una vez que se ejecute el derribo-, con una baja de 130.000 euros sobre el precio de licitación. A ese coste hay que añadir el de la adquisición en su día de las dos plantas bajas a la iglesia.

El principal objetivo del contrato - impulsado por el anterior gobierno del PP - es ganar espacio para las dependencias municipales y ahorrar en los arrendamiento de al menos media docena de locales. El nuevo edificio es desde el punto de vista arquitectónico austero, prima el criterio de eficacia, con una única planta en su primera fase.