El lunes, el grupo municipal de Ciudadanos se desmarcó en comisión y por sorpresa de una proposición que llegará mañana a pleno -ya sin futuro-, apoyada y firmada por PSOE y Cambiemos Orihuela, y que hasta hace unos días hubiera liderado y encabezado la formación naranja: la creación de una comisión sobre la atención temprana. Ese día, el voto en contra de Mar Ezcurra (C's) apoyando al PP no era gratuito y menos si se tiene en cuenta que procedía de la misma concejala que hace menos de un mes ofrecía su plaza a Dinoco en el consejo de administración que tiene que resolver el futuro de este servicio del que se deben, una vez más, cuatro facturas, sin que existan nuevas excusas a las ya consabidas de los reparos que cada dos semanas pone Intervención.

Con este antecedente no era de extrañar que ayer el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Orihuela convocara a primera hora de la mañana una rueda de Prensa conjunta de PP y C's, que cambió incluso de hora y no porque estuvieran aún negociando qué iban a decirle a los periodistas, porque lo que quería el partido naranja lo sabía el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana (PP), desde hacía meses: poder sin responsabilidad y para eso no hacía falta ponerse mucho de acuerdo, más bien acatar y aceptar. Es lo que hay y, desde ayer, supuestamente lo tienen. Lo que más tarde se contó en una comparecencia de ambos partidos viene poco más a aportar a un acuerdo de palabra y ante la Prensa como testigo de esta nueva muestra de «cariño», tal y como definió en su día el portavoz de C's, Juan Ignacio López-Bas la relación entre ambas formaciones.

Si en julio el acuerdo sirvió para que ambos partidos se pusieran sueldos; de hecho, no sirvió para nada más y de eso se ha quejado, en público y en privado el portavoz de Ciudadanos, el de ayer lo fue para que, a cambio de apoyos para el presupuesto, algunas de las áreas con más peso del municipio pasen a contar con el asesoramiento de Ciudadanos. Se trata de Urbanismo, donde habrá una gerencia a propuesta de C's, que lo consideraba condición innegociable para aprobar el presupuesto; de Infraestructuras (estará López-Bas), el área donde más dinero se gasta cualquier Ayuntamiento y que es una brújula para contentar al voto; de la Costa (Luisa Boné), donde todos saben que algún día se decidirá quién gobierna el Ayuntamiento porque tiene prácticamente el mismo número de ciudadanos que todo el casco urbano; o de Cultura (Mar Ezcurra). Lo demás -como Juventud- son fuegos de artificio que se encargará de controlar y bien Antonio Sánchez, el expresidente de NNGG que desde hace un año está en C's.

Emilio Bascuñana, quien desde que llegó a la Alcaldía -y antes- ha repetido que lo primero era el presupuesto, ha tenido una larga travesía del desierto, de ocho meses, soportando críticas hasta que al final se ha dado cuenta que sin capacidad de decidir dónde va el dinero de sus vecinos no se puede gestionar la ciudad, ayer cedió a un acuerdo que se puede vestir o disfrazar como «enriquecer» la gestión, «ofrecer mejores opciones para solucionar los problemas de Orihuela», «ser más constructivos» o tener «una colaboración más activa» pero que, en realidad, le pone a él y a los suyos, en algunos aspectos, a los pies de los caballos de Ciudadanos, que tomará las riendas y no sólo para decidir sobre la gestión de estas áreas sino para no tener responsabilidad porque la firma será de los concejales del PP.

Los dos partidos se han dado un plazo de dos meses para ver cómo marcha «este acuerdo de voluntades por la gobernabilidad» y se rubricó con Bascuñana y López-Bas estrechando las manos en menos de un segundo. Tan poco tiempo que no dio prácticamente a los fotógrafos a llegar a captar la imagen, en una sala de Prensa que estaba atestada de concejales, de PP y de Ciudadanos. Lo que pase de puertas adentro en el equipo de gobierno y cómo se han tomado los ediles lo que ayer se firmó será cuestión de tiempo el saber su grado o disgusto. Desde ayer el PP gobierna de la mano de Ciudadanos en la sombra pero ese es el precio de la tranquilidad para no perder votaciones y sacar adelante iniciativas.

Y todo esto pasó en un día muy señalado, coincidiendo con el 23F, media hora después de que el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, escenificara un acercamiento con el PSOE para gobernar el país y con el diputado autonómico de C's Emigdio Tomo dando una rueda de Prensa en medio del hall de acceso al Ayuntamiento porque hasta ayer la formación naranja carecía de un lugar digno para dar ruedas de Prensa. Quizá eso -un lugar digno- también vaya en el acuerdo firmado ayer. Al tiempo.