Escribió Antonio Machado: «Españolito que vienes/al mundo te guarde Dios/una de las dos Españas/ha de helarte el corazón». A este poema le puso música otro ilustre, Joan Manuel Serrat, y un «pájaro» como él -por aquello de que sus conciertos se llamaban «Dos Pájaros de un Tiro»-, Joaquín Sabina, nada sospechoso -por su militancia política, verbo fácil y mente abierta- considera que «alguien ha desempolvado las dos Españas» a las que se refería el poeta de la Generación del 98, sevillano de nacimiento y francés de enterramiento (sus restos reposan en Colliure). Acabo de citar a tres tipos a los que no se les puede reprochar nada sobre su trayectoria, ni personal ni profesional, por lo que, basándonos en ellos y en lo que está pasando últimamente en nuestra «piel de toro» -a nivel social y político-, deberíamos plantearnos pedir «ayuda profesional» -¡vamos, ir al psicólogo!- y hacer una «terapia de grupo» a lo bestia para ver si nos arreglan la cabeza.

No sé si algunos actúan en base a la tan traída y llevada «libertad de expresión», bajo cuyo paraguas -creo- se están cometiendo atropellos evitables que no conducen a nada, sólo a hacer más patente lo que escribió Machado. Según el maestro Sabina -y cito textualmente-, «con Podemos han vuelto las dos Españas». Yo creía -¡los de mi generación creíamos!- que el «concepto de las dos Españas» estaba enterrado o cuando menos superado. ¡Craso error el mío!, porque los seguidores del «mesías» Iglesias han «sacado a pasear» las diferencias -¡por lo que se ve, insalvables!- entre vencedores y vencidos en la «despreciable/abominable» Guerra Civil de 1936, que tantas vidas -de uno y otro bando- segó. Decía el «represaliado» hermano mayor de mi padre que en esa contienda se perdió el respeto a algo muy importante en la vida de la mayoría de los españoles, las creencias religiosas. ¡No sé si tenía razón!. Lo que sí sé es que no respetar las creencias de los demás lleva al fanatismo y se puede caer, como en muchos países, en las ideas y acciones más extremas y reprobables. ¡Eso si lo sé!.

Reconozco que no soy muy católico/practicante, pero creo que sí soy tolerante, porque tras la «represión» que vivimos los de mi generación, durante casi 40 años, vemos las cosas desde un punto de vista más permisivo; ¡que no es poco!. Por eso, desde el respeto a creencias ajenas, no se me ocurriría recitar una «madrenuestra» como lo hizo «una señora» en un acto institucional -Premios Ciudad de Barcelona-, ante una Ada Colau que asegura que el poema es un canto en defensa «de la vida y la libertad». Si ella lo ve así -aunque ni me guste ni lo comparta- habrá que respetarlo, pero que no venga el concejal de Salud, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid y representante de una «marca blanca» de Podemos, Javier Barbero, lacayo de Manuela Carmena, quejándose de que sus policías locales -a los que, al parecer, ha «puteao»- le llaman «perroflauta»; al fin y al cabo, aunque el tipo se merece todo el respeto del mundo, él es uno sólo, mientras que «la poetisa» del «madrenuestra», Dolors Miquel, «insultó a miles de cristianos/creyentes». «Madre nuestra que estáis en el cielo, santificado sea vuestro coño». ¡Dolors, nosotros no te mandamos recuerdos para tu progenitora, por respeto a ella!. ¡Ah!; me pregunto si ¿ridiculizarías al Profeta en la mezquita de Teherán?. Estoy convencido de que, por si acaso te lapidan allí mismo, no lo harías; ¿verdad que no?; ¡pues ya está!.

¿Y la portavoz Rita Maestre?. Me da lo mismo que el personal se «encuere» donde le salga de sus genitales, pero creo que la capilla de una universidad no es lugar para hacerlo. ¡Pues ala!, por listilla, y pese a su arrepentimiento, la de Ahora Madrid se enfrenta a un año de cárcel, ya que, según el fiscal, el «despelote» pretendía «ofender los sentimientos religiosos de los allí presentes y de todo el colectivo católico». La muchacha, con la pechuga al «vent» -que cantaría Raimon- vociferó, entre otras lindezas: «el Papa no nos deja comernos las almejas», «menos rosarios y más bolas chinas», «contra el Vaticano poder clitoriano», «arderéis como en el 36» y «sacad vuestros rosarios de nuestros ovarios». Todo esto con el cura oficiando y estudiantes rezando. ¡Edificante, muy edificante!. Antes fue otro concejal de Podemos -¡digo Ahora Madrid!- en el consistorio madrileño, Guillermo Zapata, quien se la lió parda a Carmena; ahora es su jefa de gabinete.. ¡Ah; y no olvidemos los titiriteros!.

Para que triunfe un golpe de Estado deben asegurarse cuestiones fundamentales y que figuran en el manual del «buen golpista»: controlar los medios de comunicación, el Ejército y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado; eso es lo que persigue «el mesías/salvapatrias». En mi profesión se dice que «sin Periodismo no hay Democracia» y Pablo, con estos controles -¡al más puro estilo bolivariano!-, parece que pretende imponer «la Ley Mordaza» que tanto critica. ¡Con un par!.

Hay que, por lo tanto, hacer terapia de grupo, que es como «una reunión de psicoterapia con varios pacientes que cuentan y comentan sus experiencias bajo la guía de un terapeuta». ¿Sabrá Pablete que quién no conoce la historia se expone a cometer los mismos errores o simplemente se la suda?.