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Orihuela ha perdido 60.000 pinos por la sequía

La Generalitat tiene pendiente actuar sobre 11 kilómetros de faldas de sierra en el término municipal

Orihuela ha perdido 60.000 pinos por la sequía

La Conselleria de Medio Ambiente y el Ayuntamiento de Orihuela están dando los primeros pasos para resolver qué hacer con los miles de pinos secos que aún se distribuyen a lo largo de 17 kilómetros en el término municipal, la zona más afectada de toda la comarca y de la provincia junto a las sierras de Callosa y de Redován, se asegura en los informes que manejan ambas administraciones. Según confirmó la Administración valenciana a INFORMACIÓN, sólo en el término municipal se han perdido 60.000 árboles.

El principal problema que se están encontrando para cortar los que aún quedan es de carácter presupuestario porque la Generalitat no podría acometer los trabajos en una única anualidad, según explicó el edil de Medio Ambiente, Miguel Ángel Fernández (PP), lo que prolonga el problema y la solución, al menos, hasta 2017, con el consiguiente peligro de incendios, algo que preocupa especialmente al edil. Los pinos, según explicó un portavoz de la Conselleria a esta redacción, comenzaron a morir en 2013 por, entre otros motivos, falta de mantenimiento, lo que unido a la sequía y a la aparición de depredadores naturales, como el «tomicus», han convertido al cabo de tres años al monte oriolano en miles de pies muertos o que sin irrecuperables. Según la Administración valenciana, los más de 60.000 pinos que se han perdido en este último trienio han sido retirados de la siguiente forma: por las unidades de Sanidad Forestal, 5.488 ejemplares; por las brigadas de biodiversidad, 5.628); por los particulares, a través de la autorización de talas, 2.720 talas; y por una empresa que fue contratada, 25.500 pinos. A todo ello se suma un proyecto de eliminación, también ejecutado, de otros 20.976 pinos que fueron triturados en el mismo lugar donde se arrancaron a excepción de mil, que se trocearon y apilaron para levantar barreras y corregir la erosión de cárcavas y pequeños barrancos.

Pero ni mucho menos está hecho todo y sólo hay que ver la situación que presenta la Sierra de Orihuela. La Conselleria y Ayuntamiento están trabajando para este mismo año en lo que se conoce como Fase 2, que supondría la eliminación de 11.386 árboles más, de los que 2.846 se trocearían y apilarían para frenar la erosión. Para sustituir el arbolado previsto, la Generalitat ha propuesto la plantación de 1.423 plantas de diversas especies entre las cuales estaría el denominado ciprés de Cartagena y el olivo silvestre; y hasta seis especies distintas de matorral, algo que confirmó recientemente el propio edil responsable del área. Esta labor duraría dos meses y no comenzaría antes del otoño para garantizar, en cierta medida, el éxito de la repoblación. El proyecto que la Generalitat quiere emprender en esa época del año en la Sierra oriolana supondría incorporar parte de la biomasa vegetal al suelo para su transformación en materia orgánica, la estabilización de cárcavas y laderas para evitar la erosión y la incorporación de especies más adaptadas a los cambios climáticos; es decir, la desaparición prácticamente de los pinos. La labor va a abarcar once kilómetros de Sierra y se separará aprovechando que se distinguen hasta 17 masas forestales separadas por barrancos. El principal problema será las pendientes, que oscilan entre el 10 y el 60% en las partes más próximas a las paredes de roca. Un trabajo complejo y costoso. Por ello, el proyecto que se maneja supondría actuar solo en uno de ellos, de 14 hectáreas de superficie y donde se sitúa una medida de 800 pies por hectárea, es decir, más de 11.000 árboles para retirar, y con una pendiente media del 50%.

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