El PSOE de Orihuela se preguntó ayer dónde está el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y qué ha hecho el alcalde, Emilio Bascuñana (PP), para su aprobación en los ocho meses que van de mandato. El concejal Antonio Zapata criticó ayer la parálisis del regidor con este documento, al que comparó con el otro más importante en su opinión para la gestión pública: los presupuestos, que tampoco se sabe cómo van a acabar. El edil recordó que en mayo de 2015 se acabó la edición preliminar y se adaptó a la Ley Valenciana de agosto de 2014, pero aseguró que se han producido nuevas modificaciones que, de continuar en un cajón, seguirán convirtiéndolo en un documento obsoleto al necesitar readaptaciones el día que se quiera poner en exposición pública.

El proyecto nació siendo alcaldesa Mónica Lorente, entre 2007 y 2011, y ésta lo dejó avanzado sin que el pasado mandato se conociera ni la versión preliminar porque el PP y CLr lo bloquearon en un pleno el 14 de agosto de 2014, días antes de la entrada en vigor de una modificación urbanística, que el propio Zapata, entonces alcalde accidental, trató de aprobar sin éxito al estar en minoría.

«Orihuela no puede aguantar más con un Plan General de 26 años y con más de 70 modificaciones», dijo ayer Zapata, quien acusó directamente a Bascuñana porque no sólo es alcalde, también es responsable de Urbanismo. «No sabemos ni el por ni el para qué en esta gestión urbanística (...) No haciendo su trabajo está impidiendo que no salga adelante un plan que esta bastante avanzado y no tiene sentido que siga encajonado en un despacho y se someta a exposición publica. El alcalde no está trabajando en esa versión preliminar».

El concejal socialista aseguró que una buena parte de los problemas principales de Orihuela se deben a que no sale adelante un documento urbanístico del que recordó algunas de sus características: «Se pretendía una recalificación desde el punto de vista medioambiental, con un urbanismo compacto para evitar que sigan aumentado las viviendas ilegales, que el crecimiento fuera racional y sostenible, una estructura verde para proteger El Palmeral, San Antón y la circunvalación y para que se salvaran valores como la huerta o para que la costa no creciera ni un metro más porque no creemos en ese urbanismo especulativo, o en pedanías sí hubiera crecimientos para que los más jovenes no se fugaran a otros municipios porque no podía realizar su vivienda. Y por supuesto poner en valor el casco histórico y su regeneración».

El edil también detalló los tres grandes proyectos que precisa la ciudad y aparecen en él: la Ciudad Deportiva, recordando que se situaría al oeste, cerca del Palacio del Agua, con cargo a los desarrollos urbanísticos y que costaría 0 euros a las arcas municipales; el nuevo polígono industrial en La Matanza, con actividades logísticas, un centro de intercambio de mercancías y otro de I+D+I y la regularización de las viviendas ilegales.