Algo más de 74 millones de euros es la cantidad que el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana (PP), y su grupo de gobierno plantean para 2016 en el borrador de presupuestos que desde hace días se encuentra en el departamento de Intervención. A priori, la cifra supondría un aumento de cinco millones de euros sobre el actual que data de 2012 y que desde entonces se ha ido prorrogando porque ningún equipo de gobierno ha tenido votos suficientes para apoyar uno propio. ¿De dónde salen esos cinco millones de euros más de ingresos?

Según el informe, principalmente del hecho de que durante el pasado mandato se cribaron miles de viviendas buscando aquellas que estaban pendientes del ser dadas de alta en el pago del IBI (y había más de mil), así como de la mejora en la recaudación previstas de otros impuestos -caso del Impuesto de la Construcción, que ha comenzado a recuperarse tras la crisis- y al aumento del IBI, alrededor de un 10 por ciento para este ejercicio, según las informaciones recabadas ayer por este diario.

Se da la circunstancia de que el documento es uno de los secretos mejor guardados por el equipo de gobierno pues sólo hay un concejal que haya adelantado algunas partidas de gasto previstas para 2016 si llega a aprobarse, es el caso del edil de Deportes, Dámaso Aparicio, pero del resto nadie sabe en qué piensa invertir su proyecto de gestión. El hecho de que Ciudadanos no haya recibido respuesta del alcalde a las 5 condiciones que puso para que se lo aprobaran es otra cuestión que nadie se atreve a asegurar cómo va a finalizar.