Salvatore Schinello, propietario de Pizza Nº1 de la Playa del Cura, ha sido distinguido con el Tenedor de Oro 2016, el máximo galardón que entrega la Asociación de Empresas de Hostelería de Torrevieja y Comarca para premiar la trayectoria de sus asociados. Este es el reconocimiento más importante de los que otorga anualmente esta entidad, y aunque ayer se hizo público, se entregará en la Cena de Hermandad el 7 de marzo en los Salones Bahía Costa, cumpliéndose este año su XLI edición.

Del resto de premiados llama este año la atención, por su perfil académico, el reconocimiento tributado al catedrático de Análisis Geográfico Regional Fernando Vera Rebollo, al que se concede el título de Socio de Honor 2016 por sus contribuciones al sector, siendo éste un galardón que en las últimas ediciones se entregaba a profesionales de la hostelería.

Asimismo, la Coctelera de Plata, que premia las mejores salas de fiestas y de copas, ha ido a parar a Niki Lounge, cuyo representante es Mehran Pournasiri, mientras que la Bandeja de Plata 2016, apartado que ensalza la trayectoria de los asociados, va a parar a Antonio Ruiz por su trabajo en la Repostería de la Sociedad Cultural Casino de Torrevieja. También hay una mención de honor a Ángel Ruiz Domínguez, quien durante muchos años ha sido encargado del Hotel Cabo Cervera, y el Reconocimiento 2016 a la Empresa será para José Pineda Cuenca, de Aserpro, firma de asesoramiento empresarial.

El Centro de Turismo (CdT) fue ayer escenario de la comparecencia, con Joaquín Guillamó, presidente de los hosteleros, a la cabeza, en compañía de su directiva y del primer edil José Manuel Dolón, así como con las concejalas de Turismo Fanny Serrano, y Hostelería, Manuela Osuna. Dolón aseguró que el turismo, y especialmente la gastronomía, deben ser mimados para que Torrevieja pueda atraer más visitantes y volumen de negocio, y en aras de tener una marca turística reconocida, dando asimismo, la enhorabuena a los empresarios del sector que han sido capaces de mantener puestos de trabajo en los duros años de la crisis.

Por su parte, Schinello confesó que «sospechaba que igual me podían dar algo, pero el año que viene y no éste, ya que cumplo como establecimiento 25 años en Torrevieja. En la hostelería empecé unos 10 años antes. Cuando estaba trabajando en Alemania conocí España en el 82, a través del Mundial de Fútbol y decidí venir para acá. Mis niñas tenían 4 y 7 años. Comencé en la zona de Ramón y Cajal, la conocida zona de pubs del municipio del Barrio de la Punta. Había decenas de locales, y miles de clientes, pero sólo daban bebida, así que pensé establecer un lugar que elaborara una buena comida. Empecé con un pequeño espacio, hasta poder abrir más tarde nuestro restaurante. En invierno tenemos 10 trabajadores fijos, y en verano somos 15, más la familia».

Se trata de un italiano afable y de optimismo perenne, originario de Sicilia pero muy querido en la localidad torrevejense, y también fue agasajado en 2005 con el Escudo de Oro de la Unión Musical Torrevejense, entidad con la que colabora estrechamente en actividades como la Marcha Popular Solidaria que cada noviembre se organiza con motivo de Santa Cecilia.