Operarios municipales comenzaron el lunes a señalizar con líneas discontinuas en el pavimento las zonas permitidas para la ocupación de sillas y mesas de las terrazas del paseo de Juan Aparicio de Torrevieja. El objetivo es que los locales cumplan la ordenanza sin invadir la zona de paso -un metro ochenta entre las fachadas y las terrazas; y varios metros, en una distancia variable según el trazado del paseo, entre esas sillas y mesas y el límite con el litoral. Un pasillo usado por miles de paseantes en especial en Semana Santa y verano. Este paseo marítimo es el que suma mayor número de locales y superficie de terrazas en Torrevieja. Son los establecimientos mejor situados frente al mar y la competencia es feroz para arañar mayor clientela. Ocupar más superficie de la que figura en la licencia provoca dos impactos negativos. El estrechamiento de la zona de paso de dominio público -con los problemas añadidos de seguridad - y el fraude a las arcas municipales.
El edil de Vía Pública Javier Manzanares (PSOE) explicó que esta es una forma mucho más efectiva que la empleada hasta ahora para comprobar si los establecimientos incumplen la norma municipal. Hasta la fecha los agentes de la Policía Local no tenían un modo rápido de verificar sobre el terreno si las sillas y mesas se ajustaban la autorización. Debían llamar a la jefatura e incluso debían suponer la buena fe del hostelero. Con la señalización sobre el propio pavimento no cabe duda. No solo el agente que se dedica a verificar el cumplimiento de la ordenanza, también los que realizan patrulla de seguridad, en turno de tarde y noche, podrán comprobar si se sobrepasa la superficie estipulada.
La nueva señalización abarca desde la playa del Cura al Monumento al Hombre del Mar, a lo largo de casi un kilómetro de fachada marítima. El concejal especificó que si los negocios se exceden el Ayuntamiento requisará directamente ese mobiliario, como ha hecho con los establecimientos que no cuentan con licencia. Ayer mismo se podía comprobar cómo parte de los locales, en especial los situados junto al edificio La Paz, no respetaban la superficie de su licencia y mantenían docenas de sillas y mesas más allá de las señalizaciones, aunque no se ha acabado todavía el trabajo de pintado.
El pasado verano el exceso de ocupación en un margen del paseo y la presencia de vendedores top manta, en la otra, limitó la zona de paso de cientos de paseantes a unos pocos metros.
