Una brigada del área de Conservación, adscrita a la Dirección Provincial de Carreteras, dependiente del Ministerio de Fomento comenzó ayer la segunda fase de instalación de redes metálicas en el entorno del túnel de la carretera nacional-340 a su paso por Orihuela. Si antes de Navidad era el tramo desde la rotonda de Ociopía hasta el túnel el que quedó cubierto con esta protección contra los desprendimientos de piedras de la Sierra, la segunda fase iniciada ayer se extiende desde el túnel hacia la rotonda de entrada a la ciudad, frente al mirador de Orihuela.

Los trabajos de instalación de estas redes metálicas se prolongarán varios días, en horario de mañanas, si bien desde el Ministerio de Fomento no confirmaron a este diario durante cuánto tiempo se extenderán ni la extensión de la carretera que abarcarán estas estructuras, lo que a priori tendría que haber concluido el pasado año.

Talud

Como ya pasó en diciembre, los trabajos obligan a cortar durante unos 300 metros uno de los carriles de la Nacional, por lo que las retenciones de tráfico fueron, y serán durante unos días, una constante. La importancia de las tareas, que obliga incluso a la presencia de montañeros para fijarlas a lo largo del talud de la montaña, despertó la curiosidad, además de la resignación, de los conductores que transitaron ayer por esta carretera que enlaza la Vega Baja con Murcia y el Baix Vinalopó.

La tierra de esta falda de la Sierra ha comenzado a ceder a medida que los pinos han ido muriéndose por la plaga del tomicus destruens y serán sustituidos por otras especies, probablemente arbustos en vez de árboles, al considerarse desde la Generalitat que estos ejemplares no son autóctonos y justificar con ello su desaparición a consecuencia del escarabajo y de la fuerte sequía que sufre toda la Vega Baja.