El Teatro Circo acogió ayer un homenaje a un deportista que se merecía pasar a la historia y a la memoria colectiva de los oriolanos como un ejemplo a seguir y a una institución a la que tanto le debe la Semana Santa como una parte inseparable de ella. Ayer se pagaron dos deudas por parte del Ayuntamiento de la ciudad abriendo dos nuevas páginas para el recuerdo en el Libro de Honores y Distinciones en un acto que tuvo lugar en un escenario que desgraciadamente no se llenó y en el cual se proyectaron dos entrañables videos, uno por cada homenajeado, para demostrar con imágenes los méritos que atesoraban para tal honor y que todo el mundo lo entendiera.

El alcalde, Emilio Bascuñana, y la edil de Festividades, Mariola Rocamora, fueron los dos perfectos mantenedores de un acto en el que se agotaron los adjetivos para definir al ciclista que a finales de los años 40 y 50 del pasado siglo mantuvo en vilo a muchos oriolanos con sus gestas en la Vuelta Ciclista a España, que ganó, y en el exigente Tour de Francia, del que fue segundo en la prueba más exigente del mundo. Sesenta años después continúa sumando homenajes después de que la Generalitat también lo distinguiera el Consell el pasado 9 de Octubre. Desde ayer es Hijo Predilecto de Orihuela, firmó en el libro y recibió un pergamino que simboliza este nombramiento. La Centuria de Los Armaos recibió la Medalla de Plata de Orihuela en el año en el que celebra el 125 aniversario de su fundación, lo cual le hace ser la más antigua de España, al tiempo que formar parte inseparable de la Semana Santa de Orihuela. El presidente Ramón Sáez, recogió la medalla de manos del alcalde, al tiempo que la cinta roja de ésta pasó a formar parte del pendón que exhiben en sus desfiles. El acto contó con dos distinciones más, como fue el reconocimiento al Colegio de Abogados de Orihuela, en su 175 aniversario; y al Hospital Vega Baja que acaba de cumplir su primer cuarto de siglo.