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Los reparos aplazan semanas los pagos en Orihuela por el retraso en levantarlos

Intervención puso problemas en 2015 al abono de cerca de un tercio del presupuesto municipal

El concejal Almagro y el alcalde Bascuñana, en un pleno. T. SEVILLA

Desde hace algo más de año y medio en el Ayuntamiento de Orihuela se repite todos los meses un texto muy parecido en los informes de reparosreparos: «Al no existir expediente de contratación, ni informe explícito, esta Intervención reitera que la cuantía de dichas facturas debe ser especialmente justificado y peritado, precisamente por no existir concurrencia en la determinación del precio, fijado unilateralmente por la empresa prestadora del servicio». Quien así de claro se expresa es el interventor Fernando Urruticoechea. Y como este texto hay decenas desde su llegada al Ayuntamiento de Orihuela pero el problema, lejos de resolverse siguiendo sus recomendaciones, se ha enquistado de forma que está generando una pelota cada vez más grande: la del retraso en los pagos, algo que ha ido incrementándose desde septiembre. Lo lógico sería que el procedimiento se ajustara a los parámetros que considere el interventor que son los correctos, pero no se hace así.

De hecho, desde su llegada al Ayuntamiento, en abril de 2014, cuando comenzó a poner cortapisas al modelo de abonos que desde tiempos inmemoriales había funcionado por técnicos que le precedieron y que no tenían su acreditación, son muy pocas las iniciativas públicas -todas en el anterior mandato- que se han realizado para garantizar el pago de ayudas y subvenciones sin reparos. Pero el equipo de gobierno actual del PP cree que el que está equivocado es él, de ahí quizá la contratación como asesor de su antecesor, Javier Cifuentes, quien nunca ponía estos reparos.

Lo que ha pasado con Dinoco, una factura por el servicio de atención temprana que gestiona una asociación de padres y que se paga con dos meses de retraso, no es más que la punta del iceberg de un problema que ha colocado al Ayuntamiento en el ojo del huracán de Hacienda, que exige que el periodo medio de pago se sitúe en 30 días. Orihuela está en 120 días y lejos de cumplirse los dictámenes del interventor, el equipo de gobierno ha encomendado su futuro a un plan que lleva tres semanas sin poder ser aprobado por la junta de gobierno porque carecía, ya se puede imaginar, del informe de éste.

Dinoco cobra en dos meses pero es un caso especial en el Ayuntamiento desde septiembre, cuando el alcalde, Emilio Bascuñana (PP), ordenó que sus facturas se tramitaran de forma urgente «al resto de servicios» sin que esto haya evitado que la asociación reciba sanciones los últimos meses por el retraso en el ingreso a la Seguridad Social de la parte que le corresponde por las nóminas de las trabajadoras. Algunos meses son 1.500 euros y, otros, 2.500 euros de multa. ¿No se puede evitar ni la sanción ni la dilación en el pago? ¿por qué no se resuelven los problemas de los informes con reparos que sólo el pasado año fueron más medio centenar comprometiendo un tercio prácticamente del presupuesto al incluir, incluso, sueldos?

El diario ha tenido acceso a un listado de las facturas con reparo, no sólo de Dinoco sino de otros servicios que recibe el Ayuntamiento, y se detecta cómo los plazos se dilatan desde que el funcionario pone el reparo hasta que el mismo se levanta y, después se paga, muchas veces durante meses. Los informes no especifican cuándo se ha presentado al cobro. Así, por ejemplo. El 16 de septiembre se presentó una factura de Dinoco, se puso el reparo el día 29 y no se levantó hasta el 15 de octubre, al cabo de un mes de la presentación. Otra cuestión es cuánto se abonó. Más suerte tienen otros reparos, como el de la nómina municipal -algo más de 1,3 millones de euros- porque la de octubre, por ejemplo, se puso el reparo el día 27 y se abonó con puntualidad porque se levantó dos días más tarde, el día 29.

Pero otros, en cambio, no tienen tanta suerte. Así, en diciembre se llevó la palma en cuanto a reparos el que le tocó penar al edil de Pedanías, Víctor Valverde -a quien se le ha puesto sueldo de dedicación exclusiva- y quien no ha podido cobrar los 6.443,84 euros (ni los podrá percibir) por su labor de noviembre, diciembre y la extra, después de que el procedimiento se iniciara el 3 noviembre, el reparo fuese de diciembre -el día 2- y se levantara el 18.

Y en los últimos días de diciembre, con el cierre del año, hubo que resolver (o no) hasta una doce de informes con reparos que no sólo incluían a Dinoco o a la nómina, también contratos como el de explotación de la zona azul, el convenio con la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa, que se presentó el día 29 de diciembre y se levantó al día siguiente, aunque el pago no se produjo hasta hace nueve días o facturas sin servicios del mes de agosto, que se repararon el 7 de octubre y no se levantaron hasta el 2 de diciembre; es decir, al cabo de dos meses por 110.769 euros (sobre los cuales se discrepaba en 75.082 euros) o los seguros de todo tipo: accidentes de las Escuelas Deportivas, Responsabilidad Civil o el Convenio con la Orden de San Antón, que se reparó el 23 de noviembre y se levantó cuatro semanas más tarde, el 21 de diciembre por el alcalde en un municipio que concede 3.344 euros a este colectivo.

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