El sindicato Jóvenes Agricultores Asaja Alicante hizo público ayer un manifiesto para defender los derechos de los agricultores del regadío tradicional tras el acuerdo de cesión de 55 hectómetros cúbicos de agua del trasvase que se destinarán a los regantes del trasvase del Tajo ante la falta de recursos de estos últimos.

Según el presidente de Asaja Alicante, Eladio Aniorte, «las dificultades hídricas que vienen acusando los agricultores del trasvase y los de la cuenca del Segura, son un problema común y las soluciones para ambos no pasan por parcheos, y por la mala costumbre instaurada de que cada vez que se cierra el agua de Tajo se recurra a la de los riegos tradicionales, de los que dependen 30.000 familias de agricultores». Aniorte denunció, una vez más, la falta de proyectos y de un compromiso real desde el Gobierno Central. «Todavía no se han enterado de que la cuenca del Segura es la única con un déficit estructural de toda España y la solución pasa por recoger agua de otras cuencas excedentarias como el medio Tajo o el Ebro. No se puede crear un enfrentamiento entre agricultores que luchan por una misma causa, la falta de agua, y pretender obtener recursos hídricos de esta cuenca, sencillamente, porque no hay», apunta Aniorte.

Desde Asaja, rechaza "rotundamente" el enfrentamiento entre los agricultores del trasvase y los de los riegos tradicionales y advierte de que «en Murcia van detrás de cargarse los riegos tradicionales y no podemos dar pie, sentando un precedente como este, además de que afirma que el agua es un bien público y nosotros no somos quién para venderla".

Desde Jóvenes Agricultores consideran que todo este problema viene provocado por la clase política, que fue quien modificó con un memorándum los niveles de explotación del trasvase Tajo-Segura. De no existir este memorándum, aclara la formación, las reservas y el caudal ecológico que permiten trasvasar agua, serían de 240 hectómetros cúbicos y no de 400 hectómetros , como se ha establecido con este tratado y, ahora mismo, con unas reservas actuales de 300 hectómetros podría estar trasvasándose agua con normalidad y no sufrir los devastadores efectos de la ausencia de este bien común.