La última imagen del embalse de La Pedrera, entre los municipios de Orihuela y San Miguel de Salinas y donde se almacenan las aguas procedentes del trasvase Tajo-Segura y otras que se elevan, caso de las procedentes de la desalinizadora de Torrevieja, es la de muchos árboles que se han ido secando a medida que el nivel de las aguas ha ido descendiendo por culpa de la sequía.

Con una capacidad para 246 hectómetros cúbicos, en estos momentos almacena algo más de la mitad; concretamente un 52% de su capacidad, con 128 hectómetros cúbicos, según los datos facilitados en tiempo real por la Confederación Hidrográfica del Segura.

En la suma de los embalses había ayer 458 hectómetros cúbicos sobre una capacidad de 1.140 hectómetros cúbicos; es decir, estaban al 40%. Hace un año había 231 hectómetros cúbicos (y se encontraba al 60%).

Cuenca

La caída del agua embalsada en La Pedrera ha sido acompasada al del resto de embalses de la cuenca del Segura de forma que el Pantano del Cejano continúa siendo el principal almacén de reservas, con 184 hectómetros cúbicos, seguido de La Pedrera (128), mientras el resto presenta cantidades mucho más pequeñas: Fuensanta, 57 hectómetros cúbicos (está al 27%); Talave, con 19 hectómetros cúbicos (54%); o Camarillas, también con 19 (52%).