El presidente del Consorcio de Residuos de la Vega Baja, Manuel Pineda, valoró ayer como una de las mejores opciones posibles ubicar la estación de transferencia de basuras que precisa la comarca, así como el futuro vertedero, entre el término municipal de Jacarilla y la Sierra de Benejúzar debido a que se encuentra en una zona céntrica y, además, está entre las áreas delimitadas por la Generalitat para poder acoger este tipo de instalación. Pineda compareció para explicar cuáles son los planes del PSOE -que controla el Consorcio por mayoría de votos- para intentar poner orden en la eliminación de las basuras de los 27 municipios de la Vega. En este sentido anunció que el ente consorciado encargará en los próximos días un proyecto a través de un contrato menor para definir qué planta de transferencia necesita la Vega Baja y dónde ubicarla. Justificó que hasta ahora no ha podido hacerlo porque, primero, tiene que someter a aprobación el presupuesto del Consorcio para poder encargar el estudio y pagarlo, y segundo, porque está a la espera de un informe jurídico que avale que el anterior proyecto de gestión de las basuras ha quedado anulado tras la rescisión del contrato con Cespa-Ortiz.

A juicio de Pineda, para buscar la posible ubicación de la planta de transferencia que se precisa para reducir el coste de enviar las basuras hasta Jijona o Villena, lo ideal sería «ir a las zonas marcadas por Conselleria, con terrenos en Albatera, Torremendo, Jacarilla o la Sierra de Benejúzar». Así, manifestó que se trata de un tema que hay que desatascar lo antes posible dado que los vertederos alicantinos tienen un límite y es posible que haya que acabar derivando la basura a Valencia o Castellón, algo que sería imposible de hacer sin una estación transitoria.

Pineda prosiguió que habilitar una planta de transferencia que dé servicio a toda la comarca será una inversión costosa que tendrán que sufragar los municipios y, teniendo en cuenta que su vida útil podría ser relativamente breve, hasta que se habilite el vertedero, habría que pensar en todas las opciones posibles. En ese sentido dijo incluso que se podría plantear una estación de transferencia en una finca al aire libre para compactar allí los residuos en camiones de gran tonelaje y llevarlos hasta los vertederos receptores. Esgrimió que sería una opción más económica que la de levantar una planta de transferencia y de separación de residuos, que costaría más cara.

Aunque dijo que «todo está en estudio», admitió que ya ha mantenido alguna conversación con la alcaldesa de Jacarilla para exponerle su propuesta de que el municipio acoja la futura planta, aunque no trascendió la respuesta.

Sin licencia

La propuesta de los alcaldes del PP de instar a la Generalitat a tramitar la licencia ambiental integrada para la reapertura de la planta de Abornasa, en Crevillent, para que volviera a hacer la función de planta de transferencia, Pineda la descartó de lleno y afirmó que esa instalación «ni tiene licencia ni la va a tener», entre otras cosas por estar junto al Parque natural de El Hondo.