El calor está arruinando la campaña de las hortalizas de invierno, según alertó ayer el sindicato «La Unió» al tiempo que exigía soluciones y «una mejor gestión de crisis a la Conselleria de Agricultura, tal y como ha hecho Murcia». El brócoli, la coliflor y la alcachofa, productos estrellas de la Vega Baja, se encuentran entre los más afectados. El sindicato aseguraba que en algunas zonas se están destruyendo las hortalizas ante la falta de salida comercial. «Si comprobamos los datos del Observatorio de Precios de la Generalitat vemos cómo en la última semana el precio de las coles (coliflor, col lisa, col rizada o bróculi) ha descendido de media un 52% y la cotización de la alcachofa o la lechuga un 33 y un 31%, respectivamente, respecto al mismo periodo de la campaña anterior. Pero, si se comparan los precios con respecto al inicio de la campaña, la caída es aún mayor: la coliflor, un 39%; y el brócoli, un 73% -que se está cotizando a 11 céntimos el kilo «el precio más bajo jamás registrado», añaden-.

La Unió dice que el calor ha cambiado la producción habitual que se recogía a lo largo de toda la campaña, «con las condiciones climatológicas que se han dado, la producción se ha acelerado en un momento en el que, precisamente, otros países europeos todavía mantenían buenas condiciones climáticas para sus plantaciones, una circunstancia inusual pero que se ha producido este año. La abundancia de productos en los mercados y la escasa demanda exterior ha desencadenado esta crisis de precios». El sindicato añade que no hay más producción que otros años, pero las plantas han comenzado antes su producción y de una forma más intensa, «lo que ha provocado un desplome de las cotizaciones», explica José Antonio Urquizu, responsable de hortalizas.

La Unió ha solicitado a la Conselleria de Agricultura que inicie las acciones pertinentes para que se pongan en marcha los mecanismos de prevención y gestión de crisis previstos para estas situaciones y propone retiradas de producto. También ha demandado a la Administración valenciana que se acoja a los mismos mecanismos que la comunidad autónoma de Murcia que destinará una cantidad de 1,1 millones de euros para cubrir la retirada y evitar que se hundan más los precios. «En sólo unos días 10 millones de kilos se han retirado en Murcia por parte de unos treinta operadores. La mayoría de las solicitudes, con unos 8,5 millones de kilos, han renunciado a parte de la cosecha dejándola en el campo y otras pequeñas partes se han destinado a alimentación animal (1,1 millones kilos) y otra de 220.000 kilos se ha enviado a los bancos de alimentos».