El deán de la Concatedral de Alicante, Ramón Egío, explicó ayer en la Catedral de Orihuela la confusión que sienten muchos visitantes al encontrarse frente a la Santa Faz. «Creen que se trata de una pintura, de un icono del rosto de Cristo, pero no es así. El fragmento del sudario que portó La Verónica y que recoge una lágrima de Cristo, se encuentra justo detrás, pues para conservar la reliquia se procedió a guardarla tras esta pintura, acolchada en su reverso por varias capas de tela», explicó. «La reliquia se encuentra justo detrás, y es visible con una linterna y una lupa», añade. Sin embargo apuntó a que los fieles «son capaces de ver algo más e intuir la presencia de Cristo». i. j. i.