Alas puertas de celebrarse Fitur, el gran evento de promoción del país, tenemos la oportunidad de reflexionar sobre nuestras capacidades turísticas, de levantar la mirada sobre aquello que por urgente nos ocupa el tiempo de trabajo y gestión cada día y de plantearnos una idea común de los pueblos y ciudades de nuestra comarca para explotar -entendido bien el verbo- el gran potencial y atractivo que, sin duda, tiene la Vega Baja.

Hace unos días, con motivo de una tertulia planteaba la sensación de que nuestra comarca, teniendo un gran potencial y atractivo para ser destino de muchos visitantes, se diluía en ferias como la que se va a celebrar en Madrid dentro de marcas de nivel provincial o regional. No me sale un reproche al trabajo de los responsables de esta política del gobierno valenciano o de la Diputación por ello, pero sí me anima a cuestionarnos que estemos siendo todo lo valiosos y eficaces en oferta y promoción que podríamos ser.

La Vega Baja formada por 27 pueblos y ciudades, más un número que yo no he contado de pedanías, urbanizaciones y núcleos rurales es una gran ciudad de ciudades. Y además su mapa, no considerándolo grande ni pequeño, tiene prácticamente todo lo que un turista puede buscar en España. Nos falta la nieve y poco más. Buen tiempo casi todo el año, magníficas playas, un vistoso catálogo de parajes naturales y una gastronomía, historia, cultura, fiestas y tradiciones propias junto al ser abierto y acogedor de nuestras gentes avalan la afirmación de nuestro atractivo y gran potencial.

Hablar de los 27 es invocar un espíritu comarcal que compartimos mucho pero practicamos poco y es poner sobre la mesa que aquellos que vivimos en el interior de la comarca, a orillas del Segura, no renunciamos a hacer del turismo una de las patas de nuestras economías para decir que lo mucho y bueno que ofrecen nuestros vecinos de la costa -Guardamar del Segura, Torrevieja, Orihuela (costa) y Pilar de la Horadada- podría ser más y mejor si trabajáramos la oferta y promoción turística a nivel comarcal, en serio, con actitud y convicción de colaboración y desde esa visión superior que se llama Vega Baja. Además, para plantear arremangarse conjuntamente en este sentido es buen momento. La crisis que seguimos padeciendo urge de una reactivación que difícilmente se conseguirá si no se proyecta o planifica, primero, una reconversión de nuestra economía, segundo, en el espacio territorial que compartimos que es la comarca, tercero. Por lo que sentarse a hablar de la Vega como destino turístico puede ser una manera de empezar a trabajar. Y también porque apenas llevamos unos meses de la legislatura, de manera que un trabajo que necesita de continuidad en el tiempo lo tiene por delante para diseñarse y ejecutarse.

La presencia de nuestros políticos en Fitur estos días podría ser doblemente buena si además de ser embajadores locales y disfrutar del fin de semana en Madrid -que es lo que en ocasiones parece- naciera la voluntad de reunirse para hablar de la Vega Baja como destino. Quizá porque debamos plantearnos la creación de un órgano supramunicipal, sin atreverme a concretar la fórmula legal sí diría que con el mismo espíritu que nació en la pasada legislatura el Consorcio de Deportes de la Vega Baja.

Esta empresa, que podría iniciarse desde los ayuntamientos tendría que sumar a todas las administraciones en un segundo paso, pues no se trata de desmarcarse de la política turística provincial y regional y además serían participes imprescindibles de un proyecto que se hace transversal a la acción política de todas como tampoco puede hacerse en exclusiva por sus áreas turísticas. Y por último, un órgano propio encargado de trabajar la Vega como destino turístico podría y debería articular la participación e implicación de la sociedad -sectores y grupos empresariales, asociaciones y colectivos culturales, deportivos, festeros?-, la universidad y los medios de comunicación. Hacerlo entre todos y bien.

La Feria Internacional de Turismo es una excelente ocasión para exponer orgullosos lo mucho y bueno que tiene nuestra tierra, y también para hacer una reflexión sobre ello. La Vega Baja como destino turístico puede tener tanto de interesante como de interés.