El alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana (Partido Popular), presentó ayer en público su apuesta por «subirse al tren de Europa» -tal y como lo definió- confiando en que la Unión Europea le financie, a través del denominado Plan de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (DUSI), trece proyectos que tiene en cartera, de los cuales algunos son propios y otros heredados y pendientes de ejecutar, incluso, desde hace dos legislaturas -de los tiempos de Mónica Lorente como alcaldesa- y como se trata del «Smart City» que proyectó Manuel Abadía en 2010 y que no se ejecutó.

Todo ello costaría 30 millones de euros y un plazo de cinco años para su ejecución de los cuales el municipio pagaría la mitad y el resto, Europa si se aprueban los expedientes que ya se han enviado. El regidor aseguró que tiene muchas esperanzas pese a que para toda la Comunidad Valenciana se prevé una partida de 87 millones de euros a repartir entre todos los municipios aspirantes, y que son los que tienen más de 20.000 habitantes. Es decir, «peces gordos» entre los que se encuentran Valencia, Castellón, Alicante o Elche. Pensar que a Orihuela le vaya a tocar un tercio de todo lo que hay para las tres provincias es quizá confiar en el cuento de la lechera o en que nadie haya visto la convocatoria y haya pensado lo mismo que el regidor oriolano. El trabajo para la presentación del proyecto ha sido realizado por la prestigiosa firma Price WaterHouse, que ha cobrado algo más de 17.000 euros por decirle al Ayuntamiento qué y cómo presentarlo.

INFORMACIÓN ya se hizo eco la semana pasada de este macroproyecto que el grupo popular quiere llevar adelante pues hace exactamente siete días se lo presentó al resto de grupos municipales sin alcanzar con ellos un consenso mínimo sobre si es lo que más necesita la ciudad o cuál es la opinión que, al fin y a la postre, era poco válida porque el plazo de presentación estaba encima. Bascuñana ayer pasó muy por encima de las críticas que estos le habían lanzado al respecto y, en tono conciliador, dio a entender que contaba con su aquiescencia, al menos con la de Ciudadanos que es lo que necesitaría para una hipotética aprobación en los presupuestos de 2016 y que deberían tener ya partidas de gasto dispuestas para hacerles frente a los mismos, pero, ¿para cuáles? ¿por cuánto?. Esos son incógnitas.

El alcalde aseguró que el plazo para la presentación de proyecto se acaba de cerrar y, aunque hay seis meses por delante para saber cuáles han sido seleccionados -todos, algunos o ninguno- espera tener en poco más de un trimestre esta respuesta sobre la mesa. «Hemos estado en Madrid y somos muy optimistas», dijo.

El regidor aseguró que su principal preocupación en estos momentos es el empleo y que a través de cualquier de estos trece proyectos se dan las condiciones para generar riqueza y que ésta se convierta, antes o después, en trabajo. Bascuñana volvió ayer a hacer gala de una enorme confianza en sí mismo sin tener en cuenta que otros alcaldes que le precedieron dispusieron prácticamente del mismo dinero regalado y sin necesidad de tener que pasar por selección alguna y no se notó prácticamente en nada. Fueron los planes Feil (José Luis Rodríguez Zapatero y el Gobierno Central) y Confianza (Francisco Camps y la Generalitat Valenciana) que sumaban casi 25 millones de euros.