La Guardia Civil detuvo ayer a un hombre de nacionalidad sueca por su supuesta implicación en la muerte de su padre, un hombre de 65 años que fue hallado sin vida en su casa con signos de violencia. Fue su hijo quien llamó a la Guardia Civil y al servicio de emergencias para alertar de que su progenitor había sufrido un paro cardíaco. Pero los agentes y el equipo sanitario que se desplazaron hasta el piso, ubicado en la calle Santander de Torrevieja, observaron que el cadáver presentaba contusiones, arañazos, hematomas y un traumatismo craneoencefálico en la parte posterior de la cabeza que desmentían su versión de los hechos, por lo que fue arrestado hasta esclarecer los hechos. Vecinos del inmueble señalaron a los investigadores que fue él quien le propinó una paliza en plena calle, al parecer, poco antes del fallecimiento.

Los hechos ocurrieron el lunes por la tarde. Según testigos presenciales, el suceso comenzó en torno a las 16.30 horas en la acera emplazada frente al bloque de viviendas en el que habitaban. Al parecer, el agresor le propinó numerosos golpes, patadas y puñetazos por todo el cuerpo. Las mismas fuentes indicaron que el anciano seguía aun con vida cuando, a empujones, lo condujo hasta el interior del edificio para subirlo en ascensor hasta la vivienda número 11, ubicada en la cuarta planta. Ayer todavía se veían restos de sangre en el rellano del edificio y en el pasillo.

Al parecer nadie intervino para intentar evitar que continuara la agresión. Vecinos del barrio indicaron ayer que el supuesto autor de los hechos tenía problemas de alcoholemia y había amenazado de muerte anteriormente a varias personas, por lo que todo apunta a que ninguno de los testigos presenciales se atrevió a interponerse.

Indicios de violencia

Fueron los agentes del Instituto Armado y los sanitarios de la dotación del Servicio de Atención Médica Urgente (Samu) que acudieron al lugar de los hechos quienes encontraron el cadáver, tumbado sobre una cama, observando que presentaba «claros indicios de violencia», según precisaron a Efe fuentes próximas a la investigación.

Siguiendo el protocolo establecido para estos casos, hasta la vivienda se desplazó la comisión judicial, con el forense y el juez de guardia, y se acordó el levantamiento del cadáver en torno a las 21.30 horas. El hijo de la víctima fue detenido esa misma noche por la Guardia Civil y conducido al acuartelamiento emplazado en Torrevieja, donde ayer estaba previsto que fuera interrogado, aunque es posible que hasta mañana no se resuelva sobre su situación de procesal, lo que queda pendiente del informe de la autopsia.

Durante la jornada de ayer agentes de la Benemérita recabaron el testimonio de residentes en la zona, incluido el camarero de un bar cercano a la vivienda donde, al parecer, el detenido estuvo antes de propinar la paliza a su padre.

Aunque la investigación sigue abierta, las versiones de los testigos habrían ayudado a despejar la práctica totalidad de incógnitas sobre cómo sucedió el crimen, aunque nadie sabía ayer a ciencia cierta si la agresión continuó en el interior de la vivienda.