Antonio Vera y Teresa Lozano, fundadores de Sueña Torrevieja y que se consideran los únicos miembros legítimos de la ejecutiva de esta formación independiente anunciaron ayer que han formalizado una demanda para que se anule la asamblea en la que se designó una nueva junta directiva del partido en julio pasado, y «se salvaguarde la legitimidad org;anica interna» del partido.

Una iniciativa, la renovación de la ejecutiva, promovida por los dos concejales con los que cuenta Sueña en el Ayuntamiento, Pablo Samper y Alejandro Blanco y que forman parte del gobierno municipal. La demanda indica que se vulneraron los derechos constitucionales de ambos miembros de la junta directiva y los estatutos de este partido -una escisión del PSOE formalizada meses antes de las municipales de 2015 en el Ministerio del Interior-. Una situación que consideran que debían hacer pública porque «afecta a las mil ochocientas personas que confiaron en nosotros y nos votaron el pasado 24 de mayo».

Cortijo

Vera y Lozano califican de «golpe de Estado» de Pablo Samper, ahora teniente alcalde «y su entorno contra la legítima ejecutiva de Sueña Torrevieja al convocar una asamblea pirata y elegir una ejecutiva pirata de espaldas a la legalidad democrática». Algo que contó, en su opinión, con la colaboración del que a día de hoy consideran como presidente del partido Alejandro Blanco. De hecho, formalmente, Sueña Torrevieja, indican solo cuenta con tres militantes, Lozano, Vera y Blanco.

Los demandantes, que dicen contar con la simpatía del 50% de los seguidores de las asambleas del partido antes de esa ejecutiva, indicaron que de un funcionamiento asambleario, con un código ético y democrático el partido, tras la obtención de los dos ediles, se convirtió «en un cortijo al servicio de los intereses personales de Pablo Samper, con la actitud pesebril de Alejandro Blanco». El grupo municipal de Sueña Torrevieja, explicaron, ha «generado de puestos de trabajo. Uno es el de secretaria de grupo, que ha sido pareja de un empleado de Samper y el otro , el de gerente de Cultura, un paracaidista de Podemos, cuyo único mérito es ser muy amigo de Samper», según indicaron ayer las mismas fuentes, para agregar que la «ejecutiva pirata» está formada por personas ligadas a Samper. «Sabemos que la única explicación que dan desde hace meses a esta situación es que Antonio Vera y Teresa Lozano no se han colocado. Es una burda mentira. Nunca hemos pedido nada».

Por su parte, Alejandro Blanco solo quiso recordar ayer que el cambio de la ejecutiva fue notificado al Ministerio del Interior sin que se impugnara su modificación, por lo que está validado.