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El Ayuntamiento tiene 800.000 euros para salvar de la ruina el Palacio de Rubalcava desde 2012

El inmueble comenzó a construirse hace ahora un siglo y se encuentra en un completo abandono

800.000 euros para salvar de la ruina el Palacio de Rubalcava

El Palacio de Rabalcava -que está declarado Bien de Interés Cultural- continúa siendo objeto de una de las degradaciones más insólitas que puede verse a hoy en día en Orihuela porque, a diferencia de lo que puede ocurrir con otros monumentos o bienes patrimoniales que se encuentran en un lamentable estado de conservación, para él el Ayuntamiento dispone de 800.000 euros para gastarse, y nunca mejor dicho, desde al menos 2012. El edificio fue adquirido hace algo más de 30 años en una operación a tres bandas con los herederos y con la antigua Caja de Ahorros Provincial.

La única actuación que se recuerda durante el pasado mandato fue un arreglo de los jardines a propuesta de la entonces edil Antonia Moreno (PSOE). Se procedió además por la brigada municipal a una mejor conservación de parte del pavimento que había ya amontonado en el exterior del inmueble y a la desratización del Palacio. Moreno dijo entonces que su futuro pasaba por una decisión que debería adoptar la edil de Cultura, Ana Mas (PSOE)... y nada más se supo. De forma paralela, el entonces portavoz de CLr-Claro y miembro del equipo de gobierno, Pedro Mancebo, propuso su puesta en funcionamiento como un hotel con encanto sin que esta idea tuviera aceptación. Este mandato el diario ha intentado saber si el equipo de gobierno del Partido Popular tiene algún proyecto al respecto sin recibir respuesta.

Ahora bien, el alcalde Emilio Bascuñana, hace unos días aseguró en un desayuno con la Prensa que el Palacio era una de sus prioridades para este año. El primer edil señaló que si Orihuela aspira a convertirse en Patrimonio de la Humanidad debe mejorar en múltiples aspectos y uno de ellos es su imagen. En este sentido dijo que alcanzar ese objetivo no es sólo responsabilidad de las administraciones, sino que los ciudadanos también deben de poner de su parte y preocuparse de mantener en buen estado las fachadas de sus inmuebles porque no puede ser que el turista se encuentre con edificios rodeados de redes porque están en tal mal estado que existen peligros de desprendimientos.

Estrategia

«Queda claro que el Ayuntamiento nunca ha tenido para el Palacio (de Rubalcava) una planificación ni una estrategia acorde con la naturaleza singular del inmueble. Simplemente lo ha considerado como un edificio municipal más, donde albergar aquellos servicios que no disponían de espacio propio. Nunca se planteó su valoración global como casa histórica y entidad de interés cultural y antropológico por sí misma a proteger. De hecho, siempre se tendió a mantener únicamente los salones más representativos y lujosos, porque erróneamente se consideraban los únicos interesantes y valiosos». Quien así opina es Jorge Belmonte, del grupo Embolicart, que agrupa a expertos en el mundo del arte, el patrimonio o el turismo y que encontró en el palacete un motivo más que suficiente para un sesudo análisis con un titular que alertaba de su sorda degradación.

Quizá el problema no sea tanto la restauración del inmueble como el hecho de que nadie tiene un proyecto claro para un edificio que sirvió, en un momento dado, como lugar de recepciones suntuosas, desde cargos de Moros y Cristianos hasta ministros y consellers durante la Semana Santa y, en especial, el Jueves Santo cuando la iglesia de Santiago, colindante con él, era la gran protagonista porque de ella parte la Procesión del Silencio.

El edificio comenzó a levantarse hace un siglo, precisamente, en este 2016 y tardó cuatro años en convertirse en otro de los palacios que se pueden disfrutar en Orihuela aunque, a diferencia de lo que ocurre con los que están en manos privadas, éste duerme el sueño de los justos sin que la administración local sepa muy bien qué hacer con él.

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