El Ayuntamiento de Orihuela y la Escuela Politécnica Superior de la Universidad Miguel Hernández han comenzado a trazar un proyecto para sentar las bases de lo que aspira a convertirse en un clúster agroalimentario para impulsar la agricultura de la comarca. El objetivo es fundar un conglomerado de empresas, entidades y administraciones públicas que trabajen en común para promover la investigación, desarrollo e innovación (I+D+I) del sector, mejorando la calidad de los productos y defendiendo la marca Vega Baja.

Ese es uno de los objetivos que se ha marcado el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana (PP), para el año 2016. El mismo explicó ayer que esta entidad nacería con vocación comarcal e integraría a expertos en la materia que van desde los investigadores de la universidad hasta las grandes empresas hortofrutícolas de la Vega, sin olvidar al agricultor tradicional y a organizaciones como Asaja y entidades como el Juzgado Privativo de Aguas.

Lo que ese está haciendo en primer lugar es un estudio para definir el modelo y el sistema de funcionamiento de este clúster y es el consistorio oriolano el que ha tomado las riendas para liderar el proyecto y actuar como coordinador.

«Se trata de poner todavía más en valor la calidad de los productos de una comarca que es conocida como la huerta de Europa para producir mejor y poder llegar más lejos, lo que ayudaría a la creación de empleo», dijo el regidor.

Poner en marcha ese clúster agroalimentario, trazar un plan estratégico en materia de turismo e impulsar los sectores económicos del municipio como el comercio son tres ejes sobre los que trabajará el equipo de gobierno oriolano durante el próximo año. Así lo señaló ayer el primer edil, quien compareció para hacer un balance de cierre de año y dijo que él y su equipo están «satisfechos» con el trabajo realizado hasta ahora, aunque admitió que todavía queda mucho por hacer.

En materia turística, valoró que Orihuela precisa un plan definido para desarrollar este sector al considerar que preside una ciudad que cuenta con numerosos recursos pero que no ha sabido venderse. Para ello aseguró que pedirá ayuda a los técnicos de la Diputación y de la Conselleria del área. Dijo que hay que empezar por ir mejorando la imagen de la ciudad y rehabilitar algunos edificios importantes que están cerrados como por ejemplo el Palacio de Rubalcava, uno de sus primeros objetivos. Aun así valoró que ese cometido no sólo concierne al Ayuntamiento, sino que también los vecinos deberían implicarse más para que las calles, y sus casas, estén cuidadas y la ciudad esté bonita. Todo ello con el objetivo de que, en un futuro, Orihuela pueda ser Patrimonio de la Humanidad.