El interventor del Ayuntamiento de Orihuela, Fernando Urruticoechea, al cual el equipo de gobierno (Partido Popular) acusaba la semana pasada del retraso de los pagos de facturas, ha realizado a lo largo de 2015 un total de sesenta informes de reparos; es decir, ha mostrado su negativa a abonos que van desde la nómina de todo el personal municipal a facturas de todo tipo y pelo. Ahora bien, ni el equipo de gobierno con el que comenzó la gestión en abril de 2014, cuando tomó posesión de su plaza, que era de PSOE y Los Verdes; ni el actual, del PP, ha cumplido sus dictados. Quizá ahí radica el principal problema que tiene Orihuela y que ha disparado por encima de dos meses el abono de pagos a sus proveedores y que le han colocado a él, por su forma de gestionar las arcas públicas, en el ojo del huracán por, precisamente, querer cumplir de una forma estricta la legalidad, algo que por lo visto en Orihuela nunca se cumplía pero nadie reparaba en ello.

INFORMACIÓN ha tenido acceso a algunos de los informes utilizados por el equipo de gobierno para levantar los reparos que Intervención pone al pago de cantidades -en este caso de la nómina municipal? y llama la atención el hecho de que prácticamente sean calcados los que los técnicos han realizado este mandato de los que se efectuaban en el anterior; es decir, ante un informe en contra de Urruticoechea se viene en los últimos 20 meses a decir lo mismo: promesas y promesas....

Volumen

El principal problema por el volumen de afectados es el de la nómina del Ayuntamiento, que supone más de 1,2 millones de euros cada mes y que desde la llegada de Urruticoechea se encuentra con problemas de reparos porque, a su juicio, no existe ni la comprobación de las horas extra ni, por ejemplo, la justificación de los servicios extraordinarios que suponían, al menos hasta diciembre del pasado año, que más de un centenar de trabajadores se fuera a su casa con un sobresueldo. Al equipo de gobierno actual, como le pasaba al anterior, le ha sido más fácil levantar los reparos que atender a las recomendaciones de uno de los principales técnicos y de quien depende a quién, cuándo y cómo se paga con dinero público. De hecho, una coletilla habitual de los informes para levantar los reparos dice cosas como: «...Que sin perjuicio de la necesaria corrección de algunas de las situaciones a que se hace referencia en el reparo de Intervención...» o «por el presente ordeno que el procedimiento de aprobación de la nómina para los meses sucesivos incluya...» aunque también que «...se inicie expediente para el estudio individual de cada empleado con retribución...» sin que nada de ello se haya realizado y, consecuentemente, se ha convertido en una promesa usada para levantar los reparos y que coloca en muy mal lugar no sólo al alcalde -en este caso, Emilio Bascuñana- sino también a los funcionarios a los que supuestamente el regidor debe haber encargado que realicen el trabajo así como a los dos alcaldes (Monserrate Guillén y Antonio Zapata) que le precedieron.