La Conselleria de Medio Ambiente construirá una gran balsa para almacenar los lixiviados que emanan de distintas zonas del campo de La Murada, en Orihuela, para evitar que los nuevos afloramientos de este líquido contaminante acaben esparciéndose por las propiedades colindantes. Para ello se ha encargado un estudio que avaluará la zona más apta para ubicar este estanque, que servirá además para facilitar las tareas de extracción mediante bombeo de este fluido que procede de la descomposición de la basura y que, según la Generalitat, tiene su origen en filtraciones de los vasos de vertido de la planta de Proambiente y de las cientos de miles de toneladas de desechos que se encuentran enterrados de forma ilegal en diferentes parcelas agrícolas.
La decisión de habilitar esta balsa pata contener los lixiviados se ha adoptado después de extraer más de 200.000 litros de esta fluido contaminante de varias zanjas y comprobar que, apenas una semana después, el líquido ha vuelto a aflorar desde el subsuelo y presenta prácticamente los mismos niveles que antes de realizar los trabajos de bombeo. La situación fue expuesta por el colectivo Vertivega, que lleva años denunciando la contaminación generada en La Murada, y que constató con vídeos y fotografías el aspecto que presentan de nuevo las charcas repletas de lixiviados.
Permiso de acceso
Para acometer esta solución a largo plazo, desde la Generalitat Valenciana ya se ha pedido permiso a los propietarios de las fincas en las que han aparecido de nuevo los lixiviados para que permitan el acceso a las parcelas que puedan verse afectadas por la construcción de la citada balsa. Los trabajos comenzarán en cuanto se realice un estudio topográfico de las fincas afectadas o situadas en las proximidades de las zonas de los afloramientos para elegir el punto más óptimo para la ubicación de la citada balsa. Se estima que el proyecto pueda empezar a desarrollarse en las próximas semanas.
Según explicaron fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente, la construcción de la balsa de lixiviados es una solución a corto plazo y el gobierno autonómico está trabajando ya en una actuación a largo plazo para hacer frente a este problema y que se desarrollará en tres fases. La primera consiste en realizar trabajos de campo «que faciliten información respecto a la profundidad aproximada de los residuos vertidos, determinación de la tipología así como su espesor, profundidad y composición media, existencia de posibles sugerencias y escapes de lixiviados o posibles fugas de balsas y redes de riego existentes en las proximidades. Una vez se tengan claro estos aspectos, se desarrollará un proyecto que desarrolle la mejor solución en base a los trabajos de campo realizados para hacer frente a este problema y, por último, se ejecutarán las obras contempladas.
