Alimentos Solidarios se ha convertido ha cumplido 7 años de una función ya indispensable, garantizando la alimentación diaria de miles de personas sin recursos en Torrevieja. El colectivo cuenta con 70 voluntarios y en estos momentos da de comer a una media de 370 personas a la semana, por medio de un sistema de catering social -en el que los beneficiarios recogen el alimento o se les entrega en su casa-.

El perfil más habitual de usuario es el de familias casi sin ingresos, a las que se les plantea la disyuntiva de seguir pagando la hipoteca para no ser desahuciados o quedarse sin comer. Y ahí es donde realiza su labor esta ONG local. Pero también atiende a personas «pobres de solemnidad», según explicaba ayer su presidenta Concha Sala en el balance de la gestión de 2015, mientras que la actividad en las cocinas, almacén y despensa de sus instalaciones en la calle San Pascual era frenética.

El número de beneficiarios, cuyas solicitudes se bareman con requisitos elaborados en función de las indicaciones de los Servicios Sociales municipales, por ingresos y circunstancias personales, llegó alcanzar en lo peor de la crisis, en el año 2012, los 700 usuarios semanales -diarios o puntuales, según sus necesidades-. El descenso de población en Torrevieja y la marcha de residentes de origen sudamericano a sus países de origen explicaría este descenso, según las mismas fuentes.

La entidad recibe una subvención anual municipal vital de unos 33.000 euros, pero necesita 63.650 al año para garantizar su viabilidad Es decir, debe sacar adelante la mitad de sus ingresos por sus propios medios y donaciones particulares. De ahí la constante actividad que desarrolla con docenas de actos de recogida de alimentos no perecederos, en especial en los centros educativos, a través de la asociaciones locales de todo tipo implicadas o la organización eventos. Esa financiación se dedica sobre todo a la compra de alimentos y al contrato de un cocinero, pero también de otros productos de primera necesidad, de higiene y limpieza y pañales. Pero además cuenta con la colaboración de muchos supermercados que donan productos que no son válidos para su comercialización por presentar algún defecto, pero sí para su consumo.