Aunque la visita realizada ayer por dos altos cargos del Consell al Juzgado de Aguas de Orihuela tenía como objetivo poner sobre la mesa el plan de modernización del regadío tradicional en la Vega, lo cierto es que sirvió igualmente para que, por primera vez, la Generalitat mostrara su apoyo al juez, Manuel Larrosa, y lo animara a seguir desarrollando su cometido trabajando para defender el nombre de una institución que se ha visto salpicada por un grave caso de corrupción que ha acabado con su antecesor en la cárcel, por aprovechar supuestamente el nombre de la entidad para defraudar a Hacienda emitiendo facturas falsas relacionadas con las obras del AVE.

«Queremos dejar claro nuestro absoluto apoyo desde la Generalitat al juez de Aguas de Orihuela. El juzgado tiene una importancia tremenda y su presidente una tarea que desarrollar muy importante, tiene que recuperar muchas cosas y desarrollar su cometido de distribuir el agua como entidad de derecho público y eliminar cualquier cuestión que hasta ahora ha sido noticia y se ha producido en este juzgado», dijo el secretario autonómico de Agricultura, Francisco Rodriguez Mulero.

Por su parte, Larrosa defendió que el actual equipo que dirige el juzgado «no tenemos nada que ver» con ese asunto de corrupción y dijo que «si otros señores antepasados no han hecho lo que deberían, eso es problema de ellos. Nosotros no hemos hecho nada de eso» y pedimos «que no se relacione al juzgado con esas personas».

«Yo llevo mi cara levantada y defiendo a los agricultores que yo represento a pecho y alma y los defenderé siempre. Esta visita ha sido para nosotros fundamental y lo agradezco y lo agradeceré siempre», prosiguió Larrosa, quien según testigos de la reunión incluso se emocionó cuando recibió el apoyo expreso de los representantes de la Generalitat a su gestión.