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Cinco problemas enquistados en Orihuela Costa

Residentes internacionales reclaman más inversión en el cuidado y mantenimiento de espacios públicos

Las denuncias de los vecinos de Orihuela Costa por el abandono y la falta de servicios en todas y cada una de las urbanizaciones del litoral se ha convertido en un problema endémico que ningún equipo de gobierno ha conseguido solucionar a lo largo de los años. «Somos la parte de Orihuela que más aporta a las arcas municipales, más que el casco urbano y las pedanías juntos, y la que menos servicios e inversión recibe».

Esta es la queja habitual de todos los vecinos, que apuntan que es necesario un plan general para la costa que de un lavado de cara a la imagen de las urbanizaciones, que pese a promocionarse como un destino turístico ideal, un pequeño paseo por sus calles deja que ver que aún queda mucho por hacer para conseguir esa imagen idílica que equilibre calidad turística, servicios e imagen de ciudad.

Retirada de podas

La acumulación de restos de podas a lo largo y ancho de las urbanizaciones del litoral es quizás la queja más frecuente de todos los vecinos y turistas de la zona. La gran multitud de chalés y zonas verdes chocan con el escaso personal que se encarga del servicio de limpieza viaria y recogida de podas, lo que hace que estas se aglutinen en las calles durante semanas antes de que sean retiradas. Esta situación ha sido motivo que quejas recurrentes y manifestaciones vecinales durante años, sin que el servicio haya mejorado.

El último intento en esta materia partió desde la Concejalía de la Costa junto con la de Limpieza Viaria, y consistió en establecer un calendario de recogida organizado por distritos a lo largo de todo el litoral, del que la mayoría de vecinos no ha escuchado hablar según confirman, por lo que muy pocos le hacen caso. El resultado es el de siempre: contenedores repletos de podas a la espera de ser recogidas, que en otras ocasiones se trasladan simplemente a mitad de la calzada, lo que dificulta el tránsito de peatones y vehículos.

Mantenimiento

Matorrales que brotan en mitad de las aceras y de la calzada, otras tantas que se encuentran rotas o el mal estado, cables que sobresalen de medianas y calles como vestigio de lo que un día fueron farolas sin reponer, y un largo etcétera. Esta es otra estampa habitual en el litoral oriolano, fruto de «una falta de mantenimiento brutal», aseguran los vecinos.

Carriles bici que no llevan a ninguna parte porque terminan bruscamente, sin que ni siquiera se haya realizado una pendiente que salve la altura entre la acera y la calzada, calles sin pintar y la necesidad de asfaltado de muchas de las vías son otra de las quejas recurrentes de los residentes.

Paseo marítimo en Cabo Roig

Hace ya casi dos meses que la edil de Playas, Sofía Álvarez, anunció que durante el mes de noviembre comenzarían las obras en el paseo marítimo de Cala Capitán y La Caleta para acabar con los desprendimientos que originan que, a día de hoy, dicho paseo esté cerrado al público en estos dos puntos del litoral. Una situación que también sufren los vecinos desde hace años, y a los que pese a aquella promesa, los trabajos de reacondicionamiento aún no se han iniciado.

En su lugar, una pasarela de madera, como las utilizadas para el acceso de los bañistas a las playas, se ha instalado sobre la arena de forma paralela al pasao cerrado, para desviar la circulación de peatones. Sin embargo, esas tablas de madera tampoco gozan de buena salud, pues muchas de estas están rotas y astilladas, otras tantas se encuentran sueltas, y en algunos puntos la pasarela balancea por los desniveles generados por la erosión de la arena. Aún así, decenas de personas la utilizan cada día, pues aún en temporada baja, en pleno diciembre, son muchos los usuarios que recorren no solo el paseo marítimo, sino que se tumban en la arena a disfrutar del tímido sol otoñal.

Instalaciones educativas

El crecimiento poblacional de Orihuela costa no ha estado acompañado de un crecimiento equitativo en materia de servicios e infraestructuras educativas. Buena prueba de ello es el Colegio Playas de Orihuela, que lleva trece años ubicado completamente en barracones a la espera de que la Conselleria adjudique el centro de ladrillo, del que no se tiene noticias pese a su salida a licitación a finales del pasado mes de mayo. En la misma situación se encuentra el IES Playa Flamenca, también en barracones desde el inicio de su existencia.

En este caso, se da la circustancias de que muchos de sus alumnos aún no han conocido un centro de ladrillo, pues han pasado de un colegio de barracones, a un instituto de barracones. Aquí, el motivo de su retraso es que la quiebra de hasta cuatro adjudicatarias ha hecho imposible su construcción. Sin embargo, y cuando parecía que al fin los alumnos iban a trasladarse a este nuevo centro este mismo curso, según apuntó el anterior equipo de gobierno de la Generalitat, su inauguración sufrió un retraso que el actual Consell fechó para estas Navidades, sin que aún se haya hecho oficial tal anuncio.

De hecho, este diario pudo comprobar el pasado miércoles como las excavadoras aún trabajan en el centro, a falta de poner instalaciones hidráulicas y todavía falta gran parte del terreno por urbanizar, por lo que todo parece apuntar que su apertura sufrirá un nuevo retraso.

Centro Cultural y de Ocio

Un lugar donde acoger obras de teatro, bibliotecas, salas de estudios... La creación de un centro cultural y de ocio es otra de las reivindicaciones que los vecinos llevan años efectuando al Ayuntamiento, sin que actualmente haya ningún proyecto sobre la mesa para llevarlas a cabo. Los residentes se quejan de que ni siquiera tienen un espacio para organizar ellos mismos parte de estos espectáculos, presentaciones literarias o coloquios. «Los bares, restaurantes y cafeterías se convierten en el lugar de acogimiento de este tipo de eventos», se lamentan los vecinos. Este centro ha formado parte de programas electorales y promesas de inversión que nunca han visto la luz en la costa.

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