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El certificado que dio el PP en febrero para la planta de basuras prevé 500 toneladas al día

Torrevieja genera un máximo de 130 toneladas algunos días de agosto, lo que prueba que el proyecto tiene carácter comarcal

El certificado para la planta de basuras prevé 500 toneladas al día

El proyecto de la planta de transferencia de Torrevieja contempla una previsión sobre la recepción de residuos de hasta 500 toneladas diarias, según los datos que figuran en la solicitud del certificado de compatibilidad, otorgado en febrero de 2015, por el entonces exalcalde Eduardo Dolón (PP) a los que ha tenido acceso INFORMACIÓN. Una cifra que triplica el volumen máximo de residuos que genera la ciudad en los días de mayor ocupación turística de agosto. Jornadas en las que los camiones de la contrata de basuras pueden recoger 130 toneladas. Es decir, la planta está dimensionada no solo para asumir y trasladar los residuos que genera todos los días Torrevieja, también los que puedan llegar de otros municipios. La parcela del recinto, situado entre las calles Antonio Ruiz Coves y María Humildad Giménez, ocuparía 2.250 metros cuadrados y emplearía a 11 operarios. De ellos, 1.240 metros se dedicarían a zona de transferencia y tránsito de residuos. También aparece una zona de recepción y báscula exterior de 320 metros cuadrados.

Además, el certificado de compatibilidad urbanística al que dio el visto bueno el anterior gobierno municipal sí recogía algunas dudas de los técnicos sobre la viabilidad de la iniciativa, sobre todo desde el punto de vista jurídico. Aunque indicaban que los suelos industriales eran compatibles con el tipo de actividad que se pretende implantar, ponía en duda su encaje jurídico en el plan zonal de residuos de la comarca de la Vega Baja, que señala de forma concreta las zonas más válidas en la comarca para la ubicación de estas instalaciones. No solo por la ausencia de zonas residenciales, también por el hecho de situarse en espacios centrales del Bajo Segura desde el punto de vista geográfico, que equiparen los gastos de transporte de los ayuntamientos. Estas zonas son las cercanías de la pedanía de Torremendo, en Orihuela; y el entorno de Almoradí.

Proveedor municipal

El proyecto para el que ahora se está tramitando la licencia ambiental está elaborado por la firma Inurbe, por encargo del promotor de la planta, un empresario local. Se trata de una pequeña firma con sede en un despacho del vivero de empresas de la Cámara de Comercio e Industria de Alicante en Torrevieja. Durante el anterior mandato municipal le fueron adjudicados algunos trabajos para el Ayuntamiento en Obras y Servicios, como la auditoría del tendido de alumbrado público o diversos proyectos de gasto menor.

En el proyecto se indica que la planta ahorra costes de transporte de la basura al vertedero definitivo al no tener que utilizar personal y medios de las contratas municipales para desplazar los residuos hasta el vertedero definitivo. La planta de trasferencia de Torrevieja no sería de valorización. Es decir, no tiene previsto seleccionar residuos para reciclarlos. Los camiones se limitarían a dejar la basura en tolvas para que otros mayores las recogieran y se la llevaran al vertedero definitivo. Todos los residuos pasarían por la nave sin ser almacenados ni «tocar el suelo», en una nave hermética y con un sistema de pulverización para evitar los malos olores. La Asociación de Empresarios del Polígono Industrial Casagrande tiene previsto completar sus primeras alegaciones en contra al proyecto con un estudio específico en el que se describa el impacto de la nave en el entorno y las supuestas carencias legales que presenta la ubicación, como la limitación de los viales y la presencia de dotaciones públicas muy cercanas.

Aunque el equipo de gobierno ha aclarado que su obligación es dar trámite a la licencia, desde el punto de vista técnico existen algunas dudas sobre su viabilidad. Por ejemplo, el polígono industrial en el que se asienta la parcela fue construido y desarrollado en la década de los setenta, bajo una legislación ambiental muy distinta a la vigente actualmente, lo podría obligar a someter la licencia a impacto ambiental de la Generalitat. Sin embargo, ese requisito no aparece como obligado en el certificado concedido en febrero de 2015.

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